
Un año más tarde, otro grupo de directores nos trae una versión mucho más corta pero que logra solucionar algunos de los baches y errores que había cometido su precuela. Las historias poseen mayor calidad, humor negro (mucho y del bueno), desarrollo y gore. Son más convincentes en líneas generales y manteniendo el espíritu tanto técnico como estético de la original, llevan a un cierre mucho más atractivo - lo que tampoco era una tarea tan complicada en sí misma-. V/H/S 2 es un producto mucho más grande y terrorífico que V/H/S llegando al clímax con su cuarto corto que es perfecto y espeluznante.
La primera historia es un espejo de la del filme anterior. Se llama "Tape 49" (dirige Simon Barret) y nuevamente es la que engloba a todos los demás cortos. Dos investigadores privados son contratados por una mujer para encontrar a su hijo adolescente que está desaparecido hace varias semanas. Consiguen su locación y llegan a una casa abandonada donde solamente hay un colchón, varios VHS y una laptop encendida. La mujer comienza a investigar y encuentra un video grabado del muchacho en cuestión. Comienza a verlo y se da cuenta que el chico está intentando grabar una historia llamada "Tape 49". Si bien su resolución- bien bizarra y más digna del Grindhouse- supera a la de "Tape 56", todavía continúa siendo la más floja desde lo argumental.
"Phase 1 Clinical Trials" de Adam Wingard (que también lo protagoniza) es el segundo corto. Un jóven que perdió el ojo en un accidente de auto, recibe un implante mecánico que le permite recuperar la visión. Al ser un producto en período de pruebas, debe aceptar que la compañía que lo fabrica grabe todo lo que él vea con su nuevo ojo con propósitos de investigación. Cuando llega a su casa, todo parece normal hasta que anochece y comienza a ver cosas terroríficas. Dos fantasmas comienzan a acecharlo y los sustos son recurrentes debido a que el ojo a veces no los percibe y luego surgen de la nada. La aparición de una mujer que intenta ayudarlo solo complicará y hará más extrañas (y hasta divertidas) las cosas. En el overall, podemos decir que está bien logrado y que logra sacarle jugo a una idea más bien simplona.
Con "A Ride In The Park", a cargo de Eduardo Sanchez y Gregg Hale, el humor es lo que prima. Pero en un sentido sangriento y retorcido. Un ciclista se dispone a filmarse realizando un circuito en el bosque y luego ir a visitar a su novia con motivo de su aniversario. En el camino, es detenido por una mujer cubierta de sangre que pide ayuda a los gritos. Se detiene para ayudarla y visibiliza a lo lejos un grupo de personas que se acerca lentamente. No tarda en darse cuenta que algo anda mal, pues no son personas sino zombies. Es atacado por la mujer y tras ser mordido se convierte en un caminante - un muerto vivo, para los no-fanáticos de The Walking Dead-. Lo interesante es que la cámara de video que llevaba en el casco, continúa prendida. Vamos a ver la semilla del "Apocalípsis Zombie" desde la mirada de uno de ellos, algo que solamente vi en Warm Bodies aunque en un tono más sentimental. El objetivo de los directores queda cumplido y este corto introduce una mirada radical dentro del género zombie pero peca por no profundizar y darle un final demasiado abrupto y humano.
La última historia se titula "Alien Abduction Slumber Party" la dirección está a cargo de Jason Eisener. El título de por sí nos lo dice todo. Un grupo de niños realiza una fiesta de pijamas y quedan al cuidado de la hermana adolescente del dueño de casa y su novio. Los alienigenas llegan y comienzan a perseguirlos para llevarlos a su nave. Nos llevamos un combo de ruido, temblores, luces brillantes y aliens bastante estereotipados que hacen pasar el rato aunque no sorprende ni asusta. Lo original es que la mayoría del corto está filmado desde una cámara colocada en la cabeza de un simpático perro, mostrando así todo desde su punto de vista. Es la parte con mayores temblores y desenfoques de todas, algo que guste o no le da la mayor fidelidad en cuanto a la idea del género.
V/H/S 2 supera con creces a una primera parte que había asustado pero no lo suficiente. Si bien no logra ser un auténtico festival de miedo, da mayor profundidad y coherencia a las historias y posee un segmento maravilloso que vale su peso en oro. Para la tercera entrega, queda la tarea de solucionar la historia principal que hasta aquí no logró ser del todo buena en ambos filmes y conseguir una predominancia mayor del factor miedo en general.
Puntaje: 8/10
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