martes, 30 de julio de 2013

G.I Joe: Retaliation

Todos los fanáticos y los no tanto estuvimos de acuerdo en que G.I Joe: The Rise Of Cobra (2009) fue un fiasco. Presenciamos como Stephen Sommers elegía poner el CGI - y encima no tan efectivo ni de calidad- por sobre los personajes y el guión. Estéticamente se puede decir que fue razonable, pues la recreación de los personajes es lograda. Pero el producto no estuvo a la altura de las circunstancias, más si se considera que no tenía que trabajar sobre una obra de William S. Burroughs o Henry James sino en una de las caricaturas más simples que pueden existir. Además, el filme está hecho como puerta a otros más con lo que la historia es un bache atrás de otro y su resolución es apresurada y aburrida. La única escena que vale la pena es la de la persecución en Paris, que sin dudas es un punto alto en cuanto a lo visual. La película es inexplicablemente pretenciosa y no se ajusta a lo que debe ser: una cinta de acción hecha y derecha.

G.I Joe: Retaliation demuestra en los primeros diez minutos que es infinitamente mejor que la primera. Su nuevo director Jon Chu saca velozmente y con tino del medio al inexpresivo Duke (Channing Tatum) y pone en el centro a Roadblock, que es interpretado por Dwayne Johnson. Es decir por un buen actor y un verdadero héroe de acción a la vieja usanza. Roadblock es el personaje que la saga necesitaba y Johnson se carga el filme al hombro sin ningún problema. El guión es mucho más profundo y desarrolla más la historia de mis personajes preferidos Storm Shadow (el gran Byung-hun Lee y si no me creen vean I Saw The Devil) y Snake Eyes (Ray Park) - aunque, nobleza obliga, debo admitir que la pelea final entre ambos del primer filme me gustó mucho-. Le da un lugar de privilegio a la cultura oriental, ya que lo Samurai esta muy presente y posee un rol clave en el conflicto, algo que a mi me encantó. Si bien posee escenas realmente espectaculares con un CGI muy bien logrado, el director privilegia las peleas cuerpo a cuerpo y los viejos y queridos disparos (y no rayos laser ni nada de esas cosas, balas de verdad). Jaye (Adrianne Palicki) borra el insípido recuerdo de Sienna Miller y Ray Stevenson personifica a Firefly, el antagonista perfecto de Roadblock.

La historia retoma donde nos había dejado el filme anterior. Los G.I Joe son engañados por Zartan - que está disfrazado del presidente de los EEUU gracias a los nanobots modificadores de tejido- que tiene un plan para destruir al mundo y dejarlo en manos de su líder, el Comandante Cobra (Luke Bracey). Este es rescatado por Storm Shadow - que disfrazado de Snake Eyes lo involucra a este en un crimen que nunca cometió- de una prisión subterránea de máxima seguridad. Los Joes son acusados falsamente de haber asesinado al Presidente Paquistaní y son declarados enemigos de la patria, para luego ser masacrados por orden de Zartan. Con el verdadero Presidente de rehén, la organización terrorista Cobra toma posesión de la Casa Blanca y fuerza a todos los países a desactivar sus armas nucleares. Pero ellos tienen preparada un arma llamada "Zeus" que es mucho más poderosa y destructiva que cualquier otra (la escena de la destrucción de Londres es impactante). Pero lo que no saben es que tres soldados sobrevivieron al ataque y que además descubrieron que hay un impostor en la Casa Blanca. Redblock, Jaye y Flint (D.J Cotrona) con la ayuda del legendario General Joe Colton, fundador de los G.I Joe (un Bruce Willis como todos lo queremos ver siempre) recorrerán un camino plagado de sangre, balas y venganza para poder dar con el Comandante Cobra y vengar la muerte de los suyos (y en el medio de esto salvar el mundo, claro).


Jon Chu demuestra su talento y nos entrega escenas realmente buenas, en especial la de la lucha en los alpes que es puro vértigo y adrenalina. El uso del CGI es el justo y necesario y por suerte eligió anteponer el músculo y las armas antes que los equipos futurísticos, naves y rayos laser de la primera. Esta vez el desarrollo de los personajes honra a la franquicia y la inserción de Johnson, Stevenson y un genial Bruce Willis le dan a G.I Joe: Retaliation la acción, el carisma, la gracia y el alma de la que carece su fallida predecesora. Supera claramente aquel bodrio y deja muy buenas señales con respecto al futuro inmediato de la saga. Sin pretender ser más de lo que es, el filme nos da lo que pedimos y hasta se da el lujo de reírse de sí misma. Al fin y al cabo, de eso se tratan estas viejas y buenas películas de acción. 

Puntaje: 7.5/10

Despicable Me 2

Despicable Me es una excelente película. Posee un muy buen guión, lleno de humor y de ternura (con picos muy emotivos) y explota una veta poco explorada en el cine: la de los villanos como protagonistas y que además terminan siendo los héroes (tal vez Shrek y Wreck It Ralph sean dos filmes animados que también tratan a fondo este tema). Además tiene un elemento que lo hace casi imbatible entre los suyos: los Minions. Estos pequeños y amarillos ayudantes del maléfico Gru son una verdadera creación. Cada vez que aparecen en pantalla con sus ocurrencias y pseudo-diálogos deslumbran y hacen reír tanto que uno se pregunta porque no son eje central del filme en lugar de personajes secundarios. A su vez, Despicable Me fue la prueba fehaciente de que Pixar continuaba en las grandes ligas a pesar de sus anteriores fracasos artísticos.


Su secuela Despicable Me 2 llegó a los cines este año y trajo consigo todas las suspicacias que generan las segundas partes de un filme que es brillante (lo mismo sucedió con Monsters University). A esto se le sumó el hecho de que todas las copias que se pasaron en los cines estaban dobladas. Así, la riqueza de todos los personajes se perdió por completo ya que - y a diferencia de los muy buenos doblajes de filmes como Toy Story o Monsters Inc.- el trabajo vocal es lisa y llanamente malo. La voz de Steve Carrell le da a Gru un estilo que mezcla lo divertido, lo tierno y lo malvado. Pero el doblaje lo hace una caricatura de sí mismo, lo cual es intolerable, siendo este el resultado en todos los personajes aunque los Minions se salvan por el hecho de ser un compendio de onomatopeyas y palabras sueltas.


El guión es mucho menos consistente y emotivo que el de su antecesora. Pero las dos grandes ventajas que posee son: que está lleno de gags efectivos - con menciones a otros filmes muy bien logradas- y que los Minions esta vez si tienen un rol central en el filme. Así, las risas están aseguradas y en gran cantidad. Gru se encuentra en pleno retiro y esta totalmente abocado a ser padre de sus tres hermosas hijas adoptivas (por favor, no se pierdan a Agnes que es uno de los personajes más dulces y tiernos que creó Pixar). En el medio de sus planes para lanzar una empresa de mermeladas, es contactado por Lucy Wilde una agente de la "Liga Anti-Villanos" que lo convence de ayudarlos a investigar el misterioso robo de una sustancia que convierte a todo el que la consuma en un mutante violeta, feo, invencible y maligno. En el transcurso de su misión como agente encubierto en un shopping - lugar donde suponen que está escondido el ladrón- Gru tendrá que lidiar con los amores de la adolescente Margo y sus celos (la escena donde pide que arresten al muchacho que la corteja es muy graciosa) y con la insistencia de sus niñas para que consiga una cita. Mientras tanto, los Minions comienzan a desaparecer misteriosamente y un plan para conquistar el mundo se desarrolla a pocos metros de este simpático ex-villano y su entusiasta compañera.


Despicable Me 2 es un muy buen filme que si bien no posee un guión tan sólido como la primera parte - la resolución del conflicto es veloz y predecible- es mucho más divertida que esta. Visualmente es impecable, creo que de lo mejor del estudio animado, y es un saludable acierto haberles dado tanto protagonismo a los Minions, que sin dudas van derecho - y merecidamente- a tener su propia película.

Puntaje: 9/10  


domingo, 28 de julio de 2013

After Earth

M. Night Shyamalan es un muy buen director. Más allá de sus recientes fracasos comerciales y artísticos, es innegable que es un profesional talentoso y creativo. Si bien hace tiempo que no nos entrega un filme a la altura de sus primeros tres trabajos - las muy buenas The Sixth Sense, Unbreakable y Signs-  ha logrado imponer un estilo y crear una impronta propia, algo que no es para nada despreciable. Desde The Village (2004), lo único que ha recogió fueron duras críticas siendo algunas de estas correctas y otras basadas en un inexplicable odio hacia el director indio. Su nombre pasó de ser un seguro de ventas masivas de tickets alrededor del mundo - se lo llegó a llamar "el próximo Steven Spielberg"- a un espanta-espectadores que cosecha un fracaso tras otro. Su manejo de cámara fue siempre impecable y puedo decir que es un gran creador de momentos. Con tan solo dos movimientos de cámara, puede lograr helarte la piel y hacerte sentir lo mismo que los personajes detrás de la pantalla. En cuanto a las historias, es verdad que son demasiado retorcidas y tienen más de una vuelta de tuerca. Esto no ha ayudado cuando el guión es lo más flojo de la película, caso de Lady In The Water y la ridícula The Happening que para muchos fueron el comienzo del final de la carrera de Shyamalan. Todos los críticos decretaron que este momento había llegado en 2010 tras el estreno de The Last Airbender una adaptación libre de la serie animada Avatar que si bien está pésimamente actuada - aquí coincido con la crítica- no es una mala idea y visualmente es hermosa. Aún así, es un producto bastante flojo y todos pensamos que por mucho tiempo no veríamos más del otrora genio y hoy caído en desgracia M. Night Shyamalan. Hasta que recibimos la noticia de que estaba detrás de un proyecto por encargo de Will Smith llamado After Earth.


Cuando After Earth estrenó en todo el mundo, la mayoría de los críticos fueron a verlo sabiendo la calificación que le iban a colocar. La mayoría de los comentarios fueron negativos y apuntaban directo a los dos responsables del filme más que al filme en sí mismo. Will Smith - a quien yo considero un muy buen actor- y Shyamalan fueron blanco directo de reviews malintencionadas y bastante superficiales. Uno por haber actuado en teoría mal, intentar promocionar a su hijo y haber escrito un guión horripilante. Y el otro por haberse prestado a dirigir algo que no era un proyecto propio y por haberlo hecho "con el desgano y la soberbia que nos tiene acostumbrados" (les juro que leí esto en la mayoría de los sitios que visité). Esto incrementó mis ganas de ver la película, además de que los trailers y clips me habían dejado satisfecho desde lo visual. Es muy probable que la mayoría de las críticas de After Earth tengan razón en algunos errores que marcan, pero cometen el pecado de dejarse guiar por la opinión personal para con el director en lugar de ver también los puntos positivos de este largometraje - que los tiene y varios-. Una vez dicho esto, pasemos a desgranar una película que es sólida y que, aún con sus fallas de guión, logra entretener y entregarnos un excelente espectáculo visual.


La historia no tiene muchas luces y se nota la influencia de la Cientología en todo el asunto (Smith, así como Tom Cruise y varios actores más apoya a la Iglesia fundada por Ron Hubbard). Hace mil años, el ser humano se vió obligado a abandonar el planeta tierra. Tras haber explotado sus recursos naturales durante siglos y haber destruido el medio ambiente, nuestro planeta dejó de ser un lugar habitable para nosotros. Ahora los humanos viven en Nova Prime y sus naves y casas son una mezcla entre la más alta tecnología y material orgánico - algo que me pareció bastante interesante y refrescante dentro del género ciencia ficción-. Kitai Raige (Jaden Smith) es un joven atormentado por la muerte de su hermana - de la cual se considera responsable, aunque solo era un niño pequeño en ese entonces- cuyo único objetivo en la vida es ser aceptado por su padre. Para ello busca ingresar en los Rangers y así ganarse su cariño. Cypher Raige (Will Smith) es el padre en cuestión y también el comandante de las fuerzas armadas. Es una leyenda viva por su habilidad para hacerse invisible ante los Ursas, unos temibles monstruos que son ciegos pero que rastrean por el miedo. Por este talento, logró conducir a los ejércitos a una victoria impensada contra estos monstruos - ergo, a conquistar Nova Prime- y se ganó la admiración de todo su pueblo. Al comienzo vemos como Kitai es rechazado por enésima vez debido a su arrogante y descuidado desempeño en el campo de entrenamientos. Ese mismo día, Cypher retorna tras una larga misión con la idea de retirarse. Se decepciona al escuchar que su hijo no consiguió su objetivo y mantiene un duro altercado con él. Su mujer Faia (Sophie Okonedo) le pide que se lleve a su hijo en su último viaje y que logre de una vez por todas construir un lazo fuerte con él. Cuando se encuentran en camino hacia un campo de ejercicio, con un Ursa a bordo para practicar, una lluvia de asteroides destruye la nave que cae en un planeta cercano. Los únicos supervivientes son Cypher y Kitai, pero con el agregado de que el primero tiene las dos piernas rotas y está perdiendo mucha sangre. Tras realizar un análisis de la situación, se dan cuenta de que en la cola de la nave se encuentra un aparato que emite una señal de socorro y que debe ser activado velozmente o si no ambos morirán. El problema es que el vehículo se partió en dos y la parte posterior se encuentra a más de 100 kilómetros. Cypher le explica a Kitai que ellos están en el planeta tierra y que todo lo que habita allí ha evolucionado para matar a los seres humanos. Lo que sigue es el viaje de Kitai - un aspirante a Ranger sin experiencia alguna- guiado por su padre, que está conectado a su traje y puede ver todo lo que él ve. Armado con la Cutlass, un arma de ternos doble filos demasiado copada, y con las provisiones de su padre emprende una misión de la cual no sabe si va a retornar vivo. A cada minuto que pasa, los peligros aumentan - los animales salvajes lo rodean y la Ursa que estaba en la nave escapó y lo acecha- y Kitai debe concentrarse en el hecho de que "el peligro es real, pero el miedo es una elección" (así se lo explica Cypher) para poder salvar su vida y la de su papá.


Las actuaciones son buenas. No me parece mal que Will Smith haya elegido salir del papel de bufón y que se haya acercado al registro de I Am Legend aunque el acento con el que hablan todos los habitantes de Nova Prime no le juega a favor y lo hace sonar más bien robótico - ídem para su hijo-. Su Cypher Raige es parco, parece hecho de bronce y tiene una mirada que petrifica. Jaden Smith se ve obligado a cargarse la película al hombro, pues su padre tiene un rol intermitente que es más bien vocal debido a la grave lesión que lo obliga a quedarse en la nave esperando por ayuda. En ese sentido, demuestra que tiene pasta aunque - lógico- todavía le falta mucho. En Karate Kid había hecho un mejor trabajo sin dudas, pero no tenía la presión ni el protagonísmo que tiene en After Earth. Su estado físico es impecable y le pone el cuerpo sin problemas a un filme que cansa de tan solo mirarlo. No se le puede pedir expresividad ni que sea Marlon Brando por dos cosas: primero porque no es un filme que requiera nada de eso y segundo porque tiene tan solo 15 años y este es su primer rol protagónico. El jóven Smith cumple a la perfección con su rol y su padre elige correrse a un costado dejándole todas las luces a su hijo. En fín, a Jaden Smith le falta madurar y seguir tomando lecciones, pero el camino que está tomando es el correcto. Will Smith sabe que no es para la gente lo que solía ser y hasta aquí estaba en franca retirada. Viéndolo así, su interpretación es un paso adelante en una carrera que venía en plena caída y que ahora puede renacer de la mano de roles más sobrios.

La dirección de Shyamalan es realmente buena. Al no trabajar con su material - aunque haya trabajado un poco en el guión original, la película grita "por encargo" por donde se la mire- nos encontramos ante una historia simple que posee flashbacks bien utilizados y mucha acción. Logra construir una escenografía impactante, que nos recuerda a las viejas películas de ciencia ficción. Lo visual es atrapante y el manejo de cámara es impecable, generando escenas sublimes como la de la caída de Kitai en picada por el risco mientras lo persigue un águila o la lucha final entre este y la malvada y fea - si, muy fea y bien construida- Ursa. Shyamalan hace un buen trabajo sobre un guión bastante simplón y logra exprimirlo al máximo mediante desvíos cuando la historia se hace demasiado obvia (repito, visualmente es impecable y no se le puede criticar siquiera el uso excesivo de CGI). Al director le pidieron un filme de ciencia ficción y él entregó exactamente eso. Además mostró señales de estar dispuesto a salir del pozo en el que comenzó a hundirse después de The Village allá por 2004. Hay muchos críticos que no pueden vivir con estas dos cosas y está bien, ahí ellos. Pero que no destruyan un filme solo por un mero prejuicio o el interés de terminar con la carrera de alguien porque no les gusta o los decepcionó con sus últimos trabajos.


After Earth es una buena película de ciencia ficción que posee mucha acción y bastante corazón sobre el final. Es una historia de redención y reconciliación entre padre e hijo con aristas de cientología y frases hechas. M. Night Shyamalan vuelve al ruedo con este filme que si bien no es una maravilla, logra impresionar visualmente y prueba que la mano del director sigue intacta cuando se trata de crear escenas y ambientes. Su duración es ideal y su ritmo dista de ser acelerado, algo que es saludable en un momento donde los estrenos más recientes dentro de la acción y la ciencia ficción buscan la efectividad de la velocidad y la adrenalina. Punto a favor para Shyamalan y los Smith, aunque sin dudas que deberán superar- y con creces- su buena labor aquí para confirmar y revalidar estos elogios.    

Puntaje: 7.5/10

viernes, 26 de julio de 2013

Apartment 1303 3D

Cuando me enteré que este filme se estrenaría en los Estados Unidos - dudo que llegue aquí, aunque uno nunca sabe- sentí muchas ganas de verlo. Su estética parecía similar a Dark Water esa otra muy buena remake norteamericana que condensaba lo mejor del terror japonés que tanto nos entusiasma a los fanáticos de la sangre y los sustos. Cuando conseguí hace unos días una copia me dispuse a mirarla con la mayor de las expectativas. Lamentablemente Apartment 1303 3D es una de las grandes decepciones de la temporada y uno de los peores largometrajes que se haya visto en mucho tiempo.

La historia es un gran cliché que se nutre de pequeños clichés internos, creando un producto realmente aburrido y de muy mala calidad. Janet Slate (Julianne Michelle) y Lara Slate (Mischa Barton) son dos hermanas que viven en conflicto permanente con su madre Maddie (Rebecca De Mornay) una estrella musical caída en desgracia que además de ser una alcohólica está completamente loca. Janet decide mudarse de la casa que comparten y consigue un hermoso departamento en las afueras de Detroit. Durante su primera noche allí, se cruza con una pequeña y bastante extraña niña llamada Emily que le dice que una mujer se suicidó en ese departamento y le pide que se vaya del lugar. Luego de instalarse, comienza a sentir un olor intenso y asqueroso así como puertas y ventanas que se abren. Se siente observada y entra en pánico. Todo lo que siempre había soñado se estaba transformando en una pesadilla. El fantasma de una muchacha llamada Jennifer habita la casa y no quiere compartirla con nada. Janet muere tras ser empujada por el balcón por esta entidad fantasmagórica dando pie a que su hermana Lara se mude al departamento para intentar investigar junto a su ex pareja Mark Taylor que es lo que realmente sucedió allí. Pero lo que no sabe es que la siguiente es ella y para salvarse deberá descubrir el misterio que recubre al departamento 1303 antes de que termine la noche.


Las actuaciones son muy malas y la dirección a cargo de Michael Taverna deja mucho que desear. El CGI (efectos especiales) es muy malo y esto arruina los pocos momentos donde se intenta asustar al espectador. El 3D es completamente inútil y da la sensación de que hasta la Alta Definición no logra hacer de la imagen algo decente. El desarrollo del guión, que de por sí es pésimo, queda trunco y da la sensación de que de un tirón decidieron terminar la película. Esto significa que hasta para el que le llegue a gustar, Apartment 1303 3D será una película muy corta que no resuelve ninguno de los interrogantes que plantea. Los títulos iniciales dan la sensación de que estamos ante un nuevo homenaje al terror japonés, pero con el correr de los primeros minutos queda claro que lo único que hace esta película es pisotear un género que no se cansa de entregarnos filmes que oscilan entre lo muy bueno y lo razonable-efectivo. Hay una referencia a Psycho ya que la adolescente que acecha a los habitantes de la casa se suicidó luego de que la policía encontrase a su madre - con la que tenía una relación conflictiva- descomponiéndose en un placard de la casa. La investigación es llevada adelante por un policía encubierto (Mike) y la hermana de la víctima (Lara) y hasta aquí llega todo. Podríamos decir que también es una mala copia de la obra maestra de Alfred Hitchcock. En fin: no hay terror - no contabilice ni un susto ni una aproximación siquiera a uno- ni una buena historia ni buenas interpretaciones ni una decente dirección. Todos estos elementos sumados dan un resultado por debajo de lo negativo. Apartment 1303 3D no llega a ser mediocre siquiera - y mucho menos algo parecido a su homoníma japonesa- y por ello debe ser evitada a toda costa por cualquier espectador.

Puntaje: 1/10

jueves, 25 de julio de 2013

On The Road

El año pasado, Walter Salles aceptó el desafío de realizar la versión cinematográfica de "On The Road" el famoso libro de Jack Kerouac que marcó a fuego y definió a la Generación Beat. La tarea no era exactamente fácil, pero tanto el director brasileño como los protagonistas estuvieron a la altura de las circunstancias. El resultado fue On The Road, una versión casi perfecta del relato de Kerouac que logra retratar la angustia y los dilemas de una sociedad que estaba en plena ebullición tras la Segunda Guerra Mundial.


El narrador del filme es Sal Paradise (Sam Riley) que es el alter ego de Kerouac. Es un aspirante a novelista que vive en Nueva York y se encuentra atrapado en una vida que no considera propia. Se siente encadenado a una realidad que considera asfixiante y que no le permite desarrollar sus habilidades. Tras la muerte de su padre, decide emprender un viaje junto a su amigo y aspirante a poeta Carlo Marx (Tom Sturridge) para encontrar a un tal Dean Moriarty (Garrett Hedlund) del que han escuchado hablar mucho. Cuando logran dar con él, Sal queda completamente impactado por esta figura libre y carismática que sin preludios le mostrará un lado de la vida que hasta allí le era desconocido. Esa misma noche, conoce a Marylou (Kristen Stewart) que es la amante de Dean y de quien se enamora instantáneamente. De a poco, Carlo comienza a quedar fuera del esquema y todo pasa a girar alrededor de este potente y dinámico trío de amigos. Juntos, los tres deciden liberarse de todo tipo de atadura que tengan y salir a recorrer en país para poder descubrirse a sí mismos. Para poder encontrar las respuestas a todos sus miedos y dudas y ser libres de una vez por todas. El camino estará repleto de drogas, alcohol, fiestas, desencuentros, sexo, amistad...Pero lo que le da sentido a la historia es esta idea de poder encontrarse a uno mismo, de salir de los moldes de la sociedad - de alienarse, dejando de pertenecer a ella- y caminar constantemente por la cornisa siempre con el riesgo de caer en aquello que no conocemos. El eco de una generación que buscaba cambiar el mundo resuena en los espíritus libres de Dean, Sal y Marylou que deciden emprender un camino sin retorno asegurado donde, cada uno a su manera, intentará encontrar aquello que andan buscando. Todo lo que vivirán durante este intenso y desgarrador viaje va a marcar sus vidas para siempre y les dejara en claro - y aunque sea mediante el dolor más profundo- cual es el camino que deben seguir. Es la misma idea de la reinvención presente en esa gran escena de Náufrago donde el personaje de Tom Hanks se encuentra ante una encrucijada y por primera vez no sabe hacia donde ir. Esto no es algo malo, más bien todo lo contrario: es el momento en el que se da cuenta de que finalmente es libre.


Garrett Hedlund realiza una interpretación perfecta. Su Dean Moriarty es maravilloso y posee la esencia del personaje original. Toda la libertad y el dolor de Dean se condensan en la gran escena final donde se despide en las calles de Nueva York de su amigo Sal - ahora casado, con mucho éxito y dinero- tras haber quedado completamente relegado de la sociedad. Sam Riley nos entrega un sensible Sal Paradise, que tras encontrar en Dean todo lo que buscaba emprende su propio camino sin mirar atrás y sin importarle la suerte de sus amigos. Pero la gema de la película es la Marylou de Kristen Stewart. La actríz finalmente logra despegarse de la rigidez e inexpresividad de Bella Swan y retorna a la madurez, nostalgia y angustia que habíamos visto en su Em Lewin (Adventureland) que había sido su mejor papel hasta aquí. Con su soltura y desfachatez logra cautivar al espectador desde el inicio del filme y, a medida que su personaje se va desarrollando, comienza a salir a la luz el talento que esta joven actriz posee. Tal vez Hedlund y Stewart, entregándose a fondo sin temerle a nada, terminan haciendo más pequeño el papel de Riley pero le imprimen a On The Road un dinamismo y carisma que la hacen una película memorable.


La anarquía y la libertad están presentes en un filme que es igual de caótico y explícito que la obra maestra que lo inspiró y que le dio voz a una generación. El retrato de la sociedad es perfecto: las tensiones de la pos-guerra aún estaban vigentes para 1947 - año donde comienza el viaje, que termina en 1950- y todos parecían atados. Se necesitaba que alguien diese un paso al frente y gritase bien fuerte, descargando toda la angustia y el dolor que estaban escondidos en lo profundo del alma. Eso fue lo que logró Jack Kerouac con su libro y esta película no solo lo representa a la perfección sino que también lo explica de una forma bastante concreta. Si bien es una efectiva road-movie, no posee ese ritmo frenético del libro siendo esta la mayor diferencia entre ambos y tal vez el más grave error de esta adaptación. Visualmente el filme es impactante y nos trae un dejo de nostalgia. Desde la primera escena nos sentimos inmersos en esa época así como identificados con los personajes principales y con los que van surgiendo a lo largo de la historia (atención con un duro y sombrío Viggo Mortensen representando a la leyenda William S. Burroughs). Los paisajes son impactantes y la mayoría de las escenas sobrepasa los límites desde cualquier punto que se las analice - sensibles y puritanos, abstenerse-. Creo que On The Road es un filme que se puede disfrutar mucho aún sin ser fanático del libro. El purismo - hablo ahora a los fanáticos- debe ser descartado desde el vamos. Lo único que les pido es que tengan la mente abierta y que se sienten a disfrutar de dos horas y media de cine de muy buena calidad.

Puntaje: 9/10

miércoles, 24 de julio de 2013

This Is 40

En mi opinión Judd Apatow es uno de los mejores directores de cine de los últimos años en general y el mejor dentro del género comedia. Tras una breve carrera dirigiendo episodios de series en televisión, en el año 2005 Apatow saltó a la fama mundial con su primer filme The 40 Year Old Virgin, una desopilante - y profunda al mismo tiempo- historia acerca de Andy (un enorme Steve Carrell) una persona que a los 40 años todavía no había tenido relaciones sexuales. El recibimiento fue completamente positivo y la crítica unánime: un talento había llegado para quedarse y además había reinventado muy ingeniosamente un género un tanto desgastado. Sus dos siguientes filmes, Knocked Up (2007) y la excelente Funny People (2009), avalaron los elogios que había recibido y fueron la prueba de que su trabajo iba muy en serio.


Los largometrajes de Apatow son muy divertidos y muy humanos. Poseen un humor y una sensibilidad muy inteligentes, pues nunca sobrepasan el límite. Sus historias tratan temas que son tanto tabú - como el sexo- como cotidianos - la vida en pareja- para cualquier ser humano. Así logra que los espectadores se identifiquen de una forma u otra con sus personajes. En su último filme This Is 40, el director decide ir a fondo con dos tópicos importantes como el matrimonio - y todo lo que implica la cotidianidad- y la llegada a los 40 años, ese punto intermedio entre la juventud y la vejez donde dicen que la perspectiva acerca de la vida cambia por completo. La historia es presentada como un spin-off de Knocked Up ya que tiene como protagonistas a una pareja que estaba presente en aquel filme. Pete (el fenomenal Paul Rudd) y Debbie (la dúctil y genial Leslie Mann que además es la esposa del director en la vida real) son una pareja con dos hijas: la pre adolescente y siempre conflictiva Sadie (Maude Apatow) y la pequeña Charlotte (Iris Apatow) tan tierna como molesta. Ambos están a punto de cumplir 40 años y su matrimonio ha llegado a un punto de estancamiento. Se la pasan todo el día discutiendo, huyen el uno del otro de todas las maneras posibles, han perdido el apetito sexual y en lo laboral y económico el panorama es bastante oscuro. A todo esto se le suman sus padres que cada vez que aparecen en escena generan diversos conflictos en sus hijos tanto individualmente como en lo referido a la pareja. Ni Pete ni Debbie parecen poder encontrarse el uno al otro pero tampoco siquiera a ellos mismos.


Las dificultades que acarrea la tarea de ser padres, los inevitables conflictos en la pareja, los miedos con respecto al futuro - la escena donde deciden cancelar el Wi-fi y comenzar a comer sano no tiene desperdicio- y la tediosa rutina que puede destruir la convivencia más sólida son los ejes sobre los que gira This Is 40. La dirección es nuevamente impecable y las escenas en su mayoría son una lección de como se debe filmar una comedia dramática. Los actores están perfectos en sus roles y representan adecuadamente la esencia del guión. Leslie Mann prueba ser una actriz graciosa y seria a la vez. Paul Rudd brilla nuevamente haciendo el perfecto average Joe - esta vez en un tono más serio y depresivo- un rol que le calza a la perfección y que Apatow ha sabido explotar en sus filmes. Nota aparte para Iris y Maude Apatow que demuestran que no llegaron al filme por ser hijas del director. Los actores secundarios también cumplen y con creces: Jason Segel interpreta al desopilante personal trainer de Debbie. Charlene Yi nos arranca muchas risas como Jodi y Megan Fox consigue un director que pretende hacerla actuar y - aún sin sacarla del todo de su zona de comodidad- logra que protagonice escenas bastante divertidas. Pero la ovación se la termina llevando Melissa McCarthy que como la agresiva madre de un compañero de Sadie nos regala dos escenas hilarantes por donde se las mire.


This Is 40 es un tratado acerca de los miedos y las incertidumbres que atacan al ser humano - sin excepción alguna- cuando llega a cierta edad. La reflexión acerca de la propia mortalidad y la pregunta acerca del futuro inmediato rondan todo el filme, llegando a una conclusión simple y potente. Al final, entendemos que la única manera de afrontar estos miedos e interrogantes es vivir la vida a pleno y día por día, intentando descubrir en el camino quienes somos realmente. Esto no significa que no vaya a haber obstáculos, más bien todo lo contrario. Pero el filme nos enseña que debemos siempre luchar contra toda adversidad, que estos problemas son parte inevitable e imprevisible de nuestra existencia, pero que siempre hay luz después de la oscuridad. Al fin y al cabo, tal vez esa sea la verdadera esencia de la vida. Judd Apatow nos sigue demostrando que no nos equivocamos al entronizarlo 8 años atrás.

Puntaje: 9.5/10



martes, 23 de julio de 2013

The Lone Ranger

Este fin de semana tomé coraje y fui a ver The Lone Ranger. Debo admitir que habiendo leído tantas malas críticas y tan tibios elogios, fui lleno de prejuicios. Mi sensación era que me encontraría con otro blockbuster de verano que abusaba del CGI y que le faltaba el respeto a la obra original. Pero para mi sorpresa, y aunque Gore Verbinski y Jerry Bruckheimer - director y productor respectivamente- no son santos de mi devoción, debo decir que me divertí mucho y que me pareció un muy buen filme.


El filme comienza con un niño que ingresa a una exposición en el año 1933 y se encuentra con un viejo indígena que le comienza a contar una historia. Este personaje es nada más y nada menos que Toro (o Tonto en inglés) el fiel compañero del Llanero Solitario. Los recursos del flashback y flashforward están muy bien utilizados y prueban su efectividad a lo largo de la película. Básicamente la historia nos explica como John Reid (Armie "Winklevoss" Hammer") se convirtió en el justiciero enmascarado. Un joven e idealista fiscal se dirige a su pueblo natal para trabajar allí. Lo espera su hermano Dan Reid (James Badge Dale), el valiente Sheriff del pueblo que además está casado con el amor de su vida (una historia que no llega a explicarse ni desarrollarse bien). En el tren que lo transporta, se encuentran el indio comanche Toro (Johnny Depp) y el temible Butch Cavendish (William Fitchner) que van camino a cumplir con sus condenas. En una escena maravillosa que trae de vuelta el western a la vida - algo que en estos años solo sucedió con Open Range, Appaloosa y Hatfields & McCoys- los secuaces del villano atracan el tren que está en pleno movimiento y rescatan a su jefe. Toro y Reid se las arreglan para sobrevivir, aunque bastante magullados. El fiscal no deja que nada corrompa su idealismo y decide encarcelar al indio ya que una condena pende sobre él. Su hermano lo recibe y lo nombra Ranger del distrito, llevándoselo a una misión para encontrar a Cavendish. En el camino, son traicionados y emboscados por uno de los miembros del grupo y todos son salvajemente masacrados por la pandilla del bueno de Butch. Como si fuera poco, este se lleva el corazón de Dan, mientras John agoniza. A todo esto, Toro los encuentra y - previo trueque con los cuerpos, en una escena hilarante- cava las fosas para enterrar a todos. El famoso caballo blanco - Silver, cuyas escenas son realmente graciosas y más aún aquellas en las que interactáa con Toro - aparece y señala a Reid para que sea salvado. Si bien el indio cree que este es torpe, cobarde y que su difunto hermano era el valiente guerrero le hace caso al animal y salva su vida. Comienza un camino donde el joven fiscal deberá descubrir quien es realmente. Darse cuenta que a veces la verdadera justicia no se consigue del lado de la ley sino estando detrás de la máscara para así poder vengarse de las personas que asesinaron a su hermano frente a sus ojos.


Verbinski traslada el formato de Pirates Of The Caribbean al salvaje oeste y sorpresivamente funciona. Johnny Depp nos entrega un Toro memorable que tiene mucho de Jack Sparrow pero también marca sus diferencias con respecto a este. Con sus muecas, sus gestos y sus líneas se come la película y no deja espacio para nada más. En este sentido, Armie Hammer realiza una buena labor y como sidekick cumple con creces. Claro que su personaje es más rígido y menos carismático - ¿Alguien lo puede culpar por esto estando al lado de Johnny Depp?- pero aún así divierte y es muy intenso en las escenas de acción. Claro que el filme es un festival de CGI (efectos especiales), pero debo agregar que están muy bien logrados y que la época está recreada de manera perfecta. Como todo blockbuster millonario es fastuoso y enorme, pero aún así con algunas escenas The Lone Ranger logra ser un western efectivo y compacto. Claro que hay errores: quedan en evidencia los baches de guión y la poca profundidad y presencia de los personajes más allá de los dos protagonistas principales. Pero en el overall es una película muy sólida y que está hecha como puerta a un trilogía como mínimo (y por lo general cuando esto es así, el resultado es negativo, algo que claramente no sucede aquí). Más allá de las pésimas críticas que recibió en todo el mundo, debo decir que The Lone Ranger es un filme que entrega lo que promete - algo que para mí es clave a la hora de realizar una crítica- y que no pretende ser más que eso: puro entretenimiento. La joya sin dudas es la extensa, épica y emocionante escena final al ritmo de una gran versión de "William Tell Overture" a cargo de Hans Zimmer - escuchen este gran soundtrack, no se lo pierdan- que vale oro. En fin, una gran película más allá de lo que diga la crítica. Hi-Yo Silver y que se venga la segunda!      

Puntaje: 8.5/10

Evil Dead (2013)

Para todo fanático del horror y del viejo Grindhouse, ese cine bien barato lleno de sangre y sexo, The Evil Dead filmada en 1981 por Sam Raimi, siendo este su debut como director, es una obra tanto de culto como fundacional. El delirante, divertido y sangriento relato acerca de un grupo de amigos que llegan para pasar un fin de semana en una cabaña en el medio del bosque y terminan luchando por sus vida contra unos demonios, marcó una época. Fue también el nacimiento de un héroe para toda una generación de cinéfilos: el loco y jugado Ash Williams, interpretado por el frenético y carismático Bruce Campbell. Este año, nos llegó la noticia de que vendría una remake pero no dirigida por Raimi sino por el ignoto Fede Álvarez, un director uruguayo cuya experiencia previa se remitía a un corto muy interesante y muy bien filmado acerca de una invasión alienígena a Montevideo. Todos miramos con desconfianza, pero el anuncio de que la producción estaría a cargo de Raimi y Campbell quienes también habían elegido al director, renovó nuestras esperanzas. El resultado fue bastante parejo y dejó tanto a los fanáticos como a los críticos y espectadores "comunes" muy conformes. Ahora que se acerca su salida en DVD y Blu-Ray, me dispongo a contarles de que se trata este filme que a mi, como fanático de las originales, me dejó satisfecho y con ganas de ver más.


Fede Álvarez nos entrega un filme con mucho más gore que el original - algo completamente entendible debido a la tecnología actual- y que da muy buenos sustos porque generan escalofríos y se dan en la medida justa y necesaria. Le dio un nuevo giro a la historia original profundizando los personajes y la historia del libro maldito. Así, de a ratos logra hacer suya una película basada en un verdadero clásico algo que es muy difícil de lograr. Mia (Jane Levy) es una drogadicta en recuperación que es llevada por sus amigos y su hermano a una cabaña para desintoxicarse. Comienza a sentir un fuerte y hediondo olor que viene del sótano, pero es ignorada. A la larga, todos terminan bajando y se encuentran con una gran cantidad de animales muertos colgando del techo que parecen haber formado parte de un ritual. Uno de ellos encuentra un libro envuelto en una bolsa negra y atado con alambre de púa: el famoso Necronomicon que está hecho de piel humana y lleno de páginas repletas de advertencias escritas en sangre humana. Sí, también está la escopeta, pero no las grabaciones ya que la historia no va por ese lado. Eric (Lou Taylor Pucci) pronunciará las famosas frases que despiertan a los Deadites que desde allí en más intentarán poseer a todos las almas presentes y desatara el infierno sobre la tierra. La posesión inicial, la de Mia, es mucho más intensa y explícita - en especial en la violación en el lago- que en el filme de 1981.


Si bien el estilo de Álvarez es menos frenético y menos libre que el de Raimi, su versión respeta y homenajea a The Evil Dead y al mismo director (el Delta 88 está presente en las primeras escenas) sin ser una copia exacta y desarrollando muchos interrogantes que nos habían quedado. Si bien posee mucha más sangre y mutilaciones, carece del sano humor negro y la anarquía de la original. Aunque parezca mentira, es una gran desventaja que se note que en este filme que es una superproducción hollywoodense - a diferencia de aquella obra maestra hecha a pulmón y por diversión- se invirtieron millones de dólares. Si bien es muy cuidada y demasiado prolija en algunos momentos, posee un final a pura sangre y una trama más que razonable que bien valen una mirada. Tras los créditos, un pequeño regalo para los que somos fanáticos que abre las puertas de un retorno ya inevitable.

Puntaje: 7.5/10
 

Scary Movie 5

Cuando en el año 2000 se estrenó Scary Movie, a la mayoría del público y de la crítica le pareció muy divertida y fresca. Un homenaje bizarro, que sobrepasaba todos los límites, a grandes clásicos del terror y del suspenso. Presentado como una parodia de Scream del maestro Wes Craven, este filme inició una larga fila de películas dedicadas a burlarse de otras. Si bien, como ya dijimos, esto entretuvo en un comienzo, a la larga se convirtió en un ejercicio tedioso y repetitivo que perdió sentido. Toda la serie de Una Loca Película... es el ejemplo más acabado de esta afirmación.

Desde su segunda parte, Scary Movie dejó de ser inteligente e innovadora y mutó en una copia burda de sí misma. Sin dudas que de a ratos siguieron siendo filmes graciosos, pero la sucesión de gags se hizo cada vez más previsible y aburrida. El mal gusto pasó a ser el leit motiv de una alguna vez divertida y original idea.


Dicho esto, Scary Movie 5 nos ofrece un divertido pero previsible sketch inicial entre Charlie Sheen y Lindsay Lohan que aún así es lo mejorcito de la película. Simon Rex (que repite protagónico como en la tercera parte) y Ashley Tisdale son la pareja alrededor de la cual giran todos los eventos extraños y - en teoría- hilarantes. La única reflexión que se puede extraer, es que ambos son pésimos actores y que no logran llevar adelante un guión más bien tonto. La parodia se centra en Mama e incluye escenas que se burlan también de Evil Dead, The Cabin In The Woods, Paranormal Activity, Black Swan, Rise Of The Planet Of The Apes y Proyect X. Lo que presenciamos es una cadena de escenas pésimamente actuadas y que poseen un gusto dudoso aún para los más extremos como quien les habla. El resultado es nuevamente negativo, superando a su predecesora en cuanto a su mala calidad - algo realmente complicado de lograr- y las risas ya son apenas esporádicas y casi por lo bajo.


Dirigida por Malcolm D. LeeScary Movie 5 es una pésima película que debería ser la última de una saga que ya no tiene sentido ni relevancia alguna. Su previsibilidad, las horripilantes interpretaciones y su falta de humor la hacen tediosa, logrando que el espectador se pase más de una hora pidiendo que por favor se termine de una vez por todas.

Puntaje: 2/10

jueves, 18 de julio de 2013

V/H/S 2

Pésimamente traducida como Crónicas del Miedo II está por llegar a las salas de cine la segunda parte de V/H/S un filme de terror que sorprendió al mundo el año pasado. Con un argumento simple, logró renovar el género basado en material encontrado (que había tocado fondo con paupérrimos filmes como Grave Encounters). Primero en lo estético ya que  largometraje está filmado en tapes de VHS por lo que no faltan las imágenes borrosas y superpuestas (es una especie de revival de una época que ya no existe). Segundo en cuanto  manera de plantear el escenario: con pequeñas e intensas historias - una más extraña que la otra- sin conexión aparente entre sí que mezclan lo humano con lo sobrenatural. Cada corto fue dirigido y escrito por un director diferente, lo cual le da a la totalidad de la cinta distintos puntos de vista. La primera película nos mostraba una filmación (llamada "Tape 56") donde grupo de jóvenes son contratados por un desconocido para ingresar una casa abandonada, destruirla y recuperar un valioso videocassette. Cuando lo hacen, se dan cuenta que no hay nadie allí dentro y que el lugar está prácticamente abandonado. Uno de ellos encuentra a un anciano muerto enfrente a un televisor. Junto a él yacen una serie de tapes de VHS. Para encontrar el que están buscando, comenzará a mirarlos todos mientras los demás recorren la casa. Lo que vimos en cada una de las 5 historias fue tan terrorífico como surrealista, que nos dejó sinceramente sorprendidos y pidiendo por más.

Un año más tarde, otro grupo de directores nos trae una versión mucho más corta pero que logra solucionar algunos de los baches y errores que había cometido su precuela. Las historias poseen mayor calidad, humor negro (mucho y del bueno), desarrollo y gore. Son más convincentes en líneas generales y manteniendo el espíritu tanto técnico como estético de la original, llevan a un cierre mucho más atractivo - lo que tampoco era una tarea tan complicada en sí misma-. V/H/S 2 es un producto mucho más grande y terrorífico que V/H/S llegando al clímax con su cuarto corto que es perfecto y espeluznante.


La primera historia es un espejo de la del filme anterior. Se llama "Tape 49" (dirige Simon Barret) y nuevamente es la que engloba a todos los demás cortos. Dos investigadores privados son contratados por una mujer para encontrar a su hijo adolescente que está desaparecido hace varias semanas. Consiguen su locación y llegan a una casa abandonada donde solamente hay un colchón, varios VHS y una laptop encendida. La mujer comienza a investigar y encuentra un video grabado del muchacho en cuestión. Comienza a verlo y se da cuenta que el chico está intentando grabar una historia llamada "Tape 49". Si bien su resolución- bien bizarra y más digna del Grindhouse- supera a la de "Tape 56", todavía continúa siendo la más floja desde lo argumental.


"Phase 1 Clinical Trials" de Adam Wingard (que también lo protagoniza) es el segundo corto. Un jóven que perdió el ojo en un accidente de auto, recibe un implante mecánico que le permite recuperar la visión. Al ser un producto en período de pruebas, debe aceptar que la compañía que lo fabrica grabe todo lo que él vea con su nuevo ojo con propósitos de investigación. Cuando llega a su casa, todo parece normal hasta que anochece y comienza a ver cosas terroríficas. Dos fantasmas comienzan a acecharlo y los sustos son recurrentes debido a que el ojo a veces no los percibe y luego surgen de la nada. La aparición de una mujer que intenta ayudarlo solo complicará y hará más extrañas (y hasta divertidas) las cosas. En el overall, podemos decir que está bien logrado y que logra sacarle jugo a una idea más bien simplona.


Con "A Ride In The Park", a cargo de Eduardo Sanchez y Gregg Hale, el humor es lo que prima. Pero en un sentido sangriento y retorcido. Un ciclista se dispone a filmarse realizando un circuito en el bosque y luego ir a visitar a su novia con motivo de su aniversario. En el camino, es detenido por una mujer cubierta de sangre que pide ayuda a los gritos. Se detiene para ayudarla y visibiliza a lo lejos un grupo de personas que se acerca lentamente. No tarda en darse cuenta que algo anda mal, pues no son personas sino zombies. Es atacado por la mujer y tras ser mordido se convierte en un caminante - un muerto vivo, para los no-fanáticos de The Walking Dead-. Lo interesante es que la cámara de video que llevaba en el casco, continúa prendida.  Vamos a ver la semilla del "Apocalípsis Zombie" desde la mirada de uno de ellos, algo que solamente vi en Warm Bodies aunque en un tono más sentimental. El objetivo de los directores queda cumplido y este corto introduce una mirada radical dentro del género zombie pero peca por no profundizar y darle un final demasiado abrupto y humano.


"Safe Haven" de Gareth Huw Evans- director de The Raid la mejor película de acción desde Die Hard- es la gema de la película. Podría decir que V/H/S 2 vale solamente por este corto. Un grupo de documentalistas japoneses se reúnen con un el líder de una secta que tiene su centro de operaciones en las afueras de la ciudad. Logran convencerlo de mostrarle al mundo lo que hacen - que aparentemente es duramente criticado- y se dirigen hacia este misterioso lugar. Este es un gran espacio repleto de cámaras y constituido por lugares de enseñanza y recreación para niños. Todos miran mal a los visitantes, que comienzan a asustarse al ver que se encuentran en el medio de la nada y rodeados por un grupo de fanáticos. A medida que corren los minutos, la situación se descontrola y lo paranormal y diabólico toman la posta. Nos sumergimos en un bizarro festival macabro de suicidios en masa, resurrecciones en forma de demonios y culto a la muerte que eriza la piel dejándonos la sensación de que ese tipo de locura enfermiza puede estar sucediendo a metros de nuestros hogares. Extraño, terrorífico y con la duración perfecta, es el segmento más logrado y cautivante de todo el filme.


La última historia se titula "Alien Abduction Slumber Party" la dirección está a cargo de Jason Eisener. El título de por sí nos lo dice todo. Un grupo de niños realiza una fiesta de pijamas y quedan al cuidado de la hermana adolescente del dueño de casa y su novio. Los alienigenas llegan y comienzan a perseguirlos para llevarlos a su nave. Nos llevamos un combo de ruido, temblores, luces brillantes y aliens bastante estereotipados que hacen pasar el rato aunque no sorprende ni asusta. Lo original es que la mayoría del corto está filmado desde una cámara colocada en la cabeza de un simpático perro, mostrando así todo desde su punto de vista. Es la parte con mayores temblores y desenfoques de todas, algo que guste o no le da la mayor fidelidad en cuanto a la idea del género.

V/H/S 2 supera con creces a una primera parte que había asustado pero no lo suficiente. Si bien no logra ser un auténtico festival de miedo, da mayor profundidad y coherencia a las historias y posee un segmento maravilloso que vale su peso en oro. Para la tercera entrega, queda la tarea de solucionar la historia principal que hasta aquí no logró ser del todo buena en ambos filmes y conseguir una predominancia mayor del factor miedo en general.

Puntaje: 8/10      

   

miércoles, 17 de julio de 2013

Bullet To The Head

Cada vez que nos disponemos a ver un filme de acción protagonizado por Sylvester Stallone, sabemos exactamente con lo que nos vamos a encontrar. Y es justamente por esa razón que los fanáticos de la vieja acción - del músculo y la sangre previos a la era del CGI excesivo- consumimos vorazmente cada nuevo filme del bueno de Sly que aparece en cartelera. Yo creo que una película es buena cuando no pretende ser más de lo que es, cuando cumple con su tarea sin perderse en tramas retorcidas ni venderse como otra cosa. Y aquí nos encontramos con un ejemplo muy claro de este tipo de películas. Retrasado su estreno en el país por cuestiones de disponibilidad de pantalla, Bullet To The Head (basada en un homónimo comic francés) es una película cruda, muy violenta y entretenida que lleva la marca de uno de los últimos verdaderos héroes de acción.

La historia nos sitúa en Nueva Orleans. James "Bobo" Bonomo (Stallone) y Louis Blanchard (James Seda) son dos asesinos a sueldo. Tras un trabajo que no salió exactamente como lo habían planeado, deciden ir a un bar antes de dar por terminado el día. Allí Louis es atacado por otro sicario llamado Keegan (Jason "Conan" Momoa) que lo apuñala, dejándolo agonizante en el medio del lugar. Acto seguido, se dirige al baño para eliminar a Bonomo y así culminar con su tarea. Pero tras un breve enfrentamiento a puño limpio, debe huir dejando el trabajo a medio terminar. Sin entender la situación, "Bobo" se encuentra con su amigo muerto y decide encontrar a Keegan y a sus empleadores para vengar a su amigo. En el camino se va a encontrar con Taylor Kwon (Sung Kang) un policía que llega desde Washington D.C para investigar la muerte de su ex-compañero, que casualmente fue el último trabajo de Bonomo y su socio antes de que este último fuese asesinado. Ambos se reúnen y el policía le propone trabajar juntos para encontrar a la última persona que lo empleó y así llegar al fondo de las dos muertes. Bonomo se niega y al otro día Kwon es emboscado por dos policías locales en un intento de borrarlo del caso definitivamente. Cuando está a punto de ser rematado, y ya muy malherido en un hombro, James le salva la vida y lo lleva con su hija Lisa (Sarah Shahi) para que le cure la herida de bala. Dos personas que están en cada uno de los extremos de la ley dejan atrás - con dificultad y nunca del todo- sus diferencias y se unen para encontrar al responsable de las dos muertes recientes. Pero terminan encontrando una trama mucho más profunda, que comienza en Robert Morel (Adewale Akinnouye-Agbaje) un poderoso empresario que posee negociados con empresarios y políticos en todo el Estado y termina en un gran proyecto inmobiliario manchado de sangre y corrupción.


Stallone, cuyo personaje narra todo el filme como un gran flashback, realiza una interpretación de gran calidad y hasta se permite mostrar una faceta comica aún dentro de la dureza de su personaje. En el rol de una persona parca que posee a flor de piel las cicatrices que su dura vida le dejó - como bien dice su hija, lo único que conoció fue la cárcel y la calle- demuestra que tiene cuerda para rato. Físicamente continúa estando impecable, logrando imponer una mayor presencia y potencia que el más joven y también musculoso Jason Momoa - que supera con creces su labor en Conan The Barbarian, aunque debe seguir mejorando-. Sung Kang confirma que lo que nos mostró en la saga Fast & Furious no fue un golpe de suerte y el traje de "sidekick" le queda a medida. El director Walter Hill (Last Man Standing, Undisputed) le da un giro interesante al filme y coloca al criminal en posición de autoridad por sobre el policía. Una especie de triunfo de la ley de la calle, de la idea de que a veces no alcanza con seguir el libro para llegar al fondo de la cuestión. Las escenas de acción son muy buenas y la pelea final - a puño y hachazo limpio- entre Bonomo y Keegan es intensa y está muy bien filmada, pero es demasiado corta. Nada se le puede criticar al trabajo físico de Momoa y Stallone que es perfecto. Es remarcable que a esta altura Sly no utilice dobles para las escenas más desgastantes y que le continúe poniendo el cuerpo entero a cada interpretación. La resolución del conflicto central, como todo el guión en sí mismo, es previsible pero no por ello se arruina la historia.

Con la saga de The Expendables - atentos señores porque se viene la tercera parte- Sylvester Stallone nos devolvió el verdadero cine de acción y a sus más emblemáticas figuras (él mismo incluido). Y lo importante es que lo hizo sin tener miedo a reírse de sí mismo. Estos filmes, incluido el que aquí nos compete, están repletos de gags y menciones a trabajos previos de los actores. Trajo a escena nuevamente a la vieja escuela (SchwarzeneggerLundgrenNorrisVan Damme Rourke) y los mezcló con la sangre nueva dentro del género (Statham, Jet-LiCoutureCrews y Austin) logrando una combinación explosiva de músculo y violencia pura. Desde aquí en adelante, se terminaron las imitaciones de las viejas películas de acción y se produjo su tan esperado retorno y actualización. Bullet To The Head sigue ese camino y cumple su objetivo con creces. Si bien es un muy buen exponente del género, marca sus diferencias ya que el policial y la "buddy-movie" aparecen entremezclados, dándole por momentos un tono más sobrio y contenido. Pero debemos respirar tranquilos y disfrutar de estos muchachos todo lo que se pueda. El legado sigue a salvo.

Puntaje: 9/10

martes, 16 de julio de 2013

10 Series Imprescindibles Parte 1

Hay algunas series que son elementales para introducirse en el universo actual de este género televisivo. En estos últimos años, han tenido aire varias propuestas muy interesantes y de gran calidad (lo cual no significa éxito, pues varias de ellas fueron canceladas por la furia del mercado) así como varias que van desde lo meramente superficial hasta lo paupérrimo. El ascenso de las series ha sido marcado y constante, y han pasado a ser una parte de nuestras vidas. Como soldado de este "Ejército Seriéfilo" me dispongo a recomendar mis 10 mejores series a ustedes. Voy a partir la entrega en dos partes que constan de cinco series cada una. Aquí tienen la primera:


Mad Men:

Esta serie producida por HBO - y que acaba de culminar una brillante sexta temporada- es una de las mejores de estas últimas décadas. Retrata el mundo de las grandes agencias publicitarias de Nueva York en los años 60'. Su protagonista central Don Draper - un magnífico y arrogante Jon Hamm- representa esa época. Publicista exitoso, bello y con una esposa e hijos perfectos. El sueño americano hecho realidad. El problema es que rápidamente vemos como aquello es solamente una fantasía sostenida por la ingenuidad y el enamoramiento de su esposa Betty - una soberbia y fría January Jones, esperen a verla tras la tercera temporada- así como la misoginia de su marido. A fines de los 50' dentro de la agencia, y más allá de ser la más exitosa, los cimientos comienzan a crujir. La llegada de la década del 60' y la aceleración industrial de la pos-guerra hacen que la competencia comience a ser más cruda. La varilla se eleva y los competidores pasan de ser insignificantes a una amenaza directa para el reinado de "Sterling-Cooper". En el medio del tsunami, el pasado y presente de Don comienzan a salir a la luz y esto complica su vida personal y profesional. El descontrol y la arrogancia son la firma de Draper, que desde aquí deberá irse a ajustando a los violentos cambios que comienzan a suceder en su vida. La llegada de Pete Campbell - Vincent Kartheiser at his best- un joven empleado obsesionado con el trabajo y con ocupar la silla de Don, que comienza a subir a fuerza de contrataciones y el inesperado ascenso profesional de Peggy Olsen - rol consagratorio de Elisabeth Moss- una secretaria que tras un golpe de suerte inicial prueba tener lo necesario para triunfar en un mundo exclusivo para los hombres, hacen la trama mucho más densa y compleja.
El machismo y el racismo están perfectamente retratados, aunque hay un halo de esperanza en algunas acciones sinceras de los personajes que pretenden ir - tibiamente- en contra de este sentido común (Don contratando y dándole poder a Peggy o esta misma dándole resguardo a una compañera afroamericana que no puede llegar a su casa tras el asesinato de Martin Luther King, por ejemplo). En la década donde el desarrollo económico del país pasa por moldear consumidores mediante la publicidad para que consuman productos de industrialización masiva, su máquina central es la agencia publicitaria. Nada es lo que parece. Eso es lo que nos quiere vender Mad Men. Que por detrás de la publicidad donde la familia está sonriendo, por detrás de la foto perfecta, está la realidad que por lo general esta repleta de claroscuros. Esta falsa idea de perfección se va demoliendo a lo largo de cada capítulo con la imparable caída de la imponente y en apariencia sólida construcción que es en sí mismo Don Draper. Demás está decir que el vestuario es impecable, pero hablar solo de eso sería ignorar que tenemos un magnífico producto tanto técnica como artísticamente enfrente nuestro.


Game Of Thrones:

En el segundo lugar de la lista se encuentra otro tanque de HBO. Esta serie se basa en los libros homónimos de George R.R Martin y acaba de terminar su tercera temporada. Cada una de estas consta de 10 capítulos donde predominan lo épico, lo político y los paisajes más hermosos desde The Lord Of The Rings. Nos encontramos en en Reino de Westeros, donde las 7 familias más poderosas luchan por controlar el mítico Trono de Hierro y así poder conquistar todos los demás Reinos - vemos algo similar a la idea de Tolkien con su "anillo para dominarlos a todos"-. La chispa se inicia con el asesinato del rey Robert Baratheon (Mark Addy), que antes de morir asigna como su reemplazante a su amigo y "Mano del Rey" Eddard Stark (Sean Bean). Este decide aceptar la tarea y comienza a investigar el dudoso orígen de Joffrey uno de los hijos de Robert, que es el próximo heredero al trono. Pero la esposa del difunto soberano, Cersei Lannister (Lena Headey), organiza un complot para asesinar a Stark y colocar en el Trono de Hierro a su inexperto y sádico hijo Joffrey Baratheon (Jack Gleeson). Ante esta situación, los demás reinos comienzan a acelerar sus acciones para conquistar el reino. Pero por fuera de esta lucha encarnizada por el poder, hay fuerzas oscuras que no pertenecen al mundo de los vivos que avanzan desde el frío y desolado Norte. Básicamente tenemos enfrente nuestro una reflexión muy cruda acerca de como funcionan la política y el poder. Game Of Thrones se mueve al pulso de las traiciones, las alianzas, los negociados, la sed de poder, la lujuria y los excesos. La estética y la historia son similares a las de la épica trilogía de Peter Jackson, aunque poseen sus marcadas diferencias. La trama es muy compleja y posee varias vueltas de tuerca por capítulo. Pero al tener un formato televisivo esto no es tan incómodo ni difícil de seguir, ya que el desarrollo de los personajes y de las historias es mucho más extenso y preciso. Una de las particularidades de los libros originales es que los protagonistas centrales mueren uno tras otro, algo que se respeta escandalosamente en esta adaptación. Claro que cada uno de ellos posee un rol clave y mucho poder, pero esto no los hace inmortales ni mucho menos. La violencia es muy explícita y no hay piedad alguna para con el espectador sensible o con poco estómago (es decir, si ustedes encajan dentro de esta categoría no les recomiendo ver esta serie).Para terminar el recorrido, hablemos de los personajes. La mayoría de ellos son interesantes y estan bien interpretados. Pero hay dos que son excelentes: Tyrion Lannister (Peter Dinklage) y Daeneris Targaryen (Emilia Clarke).
El primero es el hijo bastardo y enano del legendario Tywin Lannister (Charles Dance), que vive con la culpa constante por haber causado la muerte de su madre durante el parto debido a su deformidad. Aún así es el más carismático y encantador de los 7 Reinos, además de un mujeriego y bebedor empedernido. Es el hijo paria y rebelde que va conociendo sus responsabilidades y sus límites a lo largo de la trama. Se mece entre la búsqueda de aprobación paterna y su deseo de trascender como un gran guerrero. La segunda es un personaje simplemente fascinante. Hermana del heredero al Trono de Hierro Viserys Targaryen (Harry Lloyd), es casada con Khal Drogo(Jason Momoa) - temible y feroz guerrero Dothraki - en orden de conseguir un ejército de 10.000 hombres que lo ayude en su misión. Parece tímida y sumisa, con mucho miedo ante este nuevo destino. Su hermano dice ser el Rey de los Dragones y con ello - y su hermana, claro- logra la lealtad de los guerreros tribales. Pero sus directivas comienzan a ser ignoradas y la figura de Daenerys comienza a crecer entre la comunidad. Ahora ella es la reina y es respetada y Viserys pasa a ser un bufón de feria que se nutre de odio y resentimiento. Porta con él tres huevos de dragón, que son la prueba de su poder. O al menos él lo cree así. Borracho y en un rapto de ira amenaza con asesinar al bebé que su hermana lleva en su vientre si no le dan su corona de oro. Khal Drogo le promete que lo hará y mientras dos hombres suyos lo sostienen por los brazos, lanza sobre su cabeza oro líquido hirviendo matándolo. Él no era el Rey de los Dragones, ya que de haber sido así el fuego no debería haberlo dañado. Con la posterior enfermedad y muerte de su esposo, Daenerys se encuentra en una débil posición. Consigue la admiración de la tribu demostrando en una ceremonia imponente desde lo visual que ella es la Reina de los Dragones. Desde aquí, acumulará poder, ejércitos y tierras con sus tres dragones - que crecen a un ritmo vertiginoso, como arma. Tras sus nobles intenciones, como liberar a los esclavos, se esconde una desbocada sed de poder que la llevará a luchar por dominar a los 7 Reinos.

Bates Motel:


Esta precuela de la obra maestra Psycho de Alfred Hitchcock es sin dudas la revelación de la temporada. Cuando vi el trailer y conseguí el primer capítulo, no me esperaba nada más que la actualización de la historia original pero contada con otros personajes (es decir, creí que lo de precuela era una estrategia de venta). Pero gratamente mis prejuicios se desvanecieron tras los primeros diez minutos. En Psycho Hitchcock desplegó todo su suspense de una manera maravillosa. La atmósfera es tensa y uno ve el filme al borde de la butaca. La novedad de asesinar a su protagonista a la mitad del filme abrió la puerta a la profundización del intrigante personaje de Norman Bates. Si bien se nos deja en claro que es un psicópata y que la causa de sus acciones es su madre opresora que aún muerta continúa martirizando a su hijo. Bates Motel decide no solo abrir la puerta sino entrar a la casa y encerrarse a investigar.Y obviamente, el suspense nos acompaña en cada escena. La serie nos lleva a la adolescencia de Norman Bates - un deslumbrante Freddie Highmore-, que va a llegar con su madre Norma Louise Bates - Vera Farmiga perfecta en un papel complejo e inestable- a White Pine Bay un pequeño pueblo costero en Oregon. Se asientan en un viejo hotel junto al río y lo rebautizan "Bates Motel". Vemos la famosa casa detrás del mítico hotel de nuevo en acción, algo que como fanático de Hitchcock me pareció maravilloso. Puertas adentro, la historia es más que retorcida. Norma es una madre sobreprotectora que ama a su hijo pero que no lo deja respirar ni ser un adolescente normal. Norman es un joven reprimido e inestable que ha sufrido la reciente muerte de su padre y que esta harto de huir de un pueblo hacia otro. Su deseo es asentarse y poder desarrollar una vida normal, algo que parece imposible debido al acoso constante de su madre. En su primer día, reciben la visita de un personaje que dice ser el dueño original del establecimiento y los amenaza para que se lo devuelvan. Esa misma noche retorna a la casa y golpea brutalmente a Norma -que estaba sola porque su hijo se había escapado de la casa con unas amigas- terminando la pelea cuando Norman retorna y logra reducir de un golpe al borracho atacante. Pero su madre toma un cuchillo y lo asesina a sangre fría. Cuando están a punto de huir nuevamente, ambos deciden deshacerse del cuerpo y de toda evidencia para poder de una vez por todas tener una vida normal - aunque en semejantes circunstancias, es evidente que la normalidad nunca va a llegar a la vida de los Bates-. Como si esto fuera poco, llega a su casa Dylan (Max Thierot) hijo del primer matrimonio de Norma, que posee un conflicto aparentemente irreparable con ella. Su relación con Norman tampoco es buena, pero solamente por el hecho de que crecieron separados. Dylan se va a involucrar en los turbios negocios que sostienen al pueblo y pasará a ser una especie de guardia de seguridad - aunque solo por conseguir dinero, con un gran corazón y sin maldad- de la mafia local. La policía velozmente conecta el caso de la desaparición de un conocido miembro de la comunidad con el nuevo hotel. En la escuela, una maestra comienza a interesarse por Norman porque ve en él un buen muchacho pero con mucho problemas irresolutos. Los asesinatos y presencias misteriosas comienzan a multiplicarse, creando un ambiente poco favorable para una mente claramente inestable como la del joven Bates. Un desamor dispara en él sentimientos muy oscuros que son hábilmente contrapuestos a su relación con Emma Decody (Olivia Cooke) una adolescente que posee una deficiencia respiratória, pero que es inteligente y muy despierta y que se enamora velozmente de Norman. Juntos comienzan a indagar acerca de los extraños sucesos que acontecen en White Pine Bay y descubren que detrás de ese pueblito en apariencia inocente hay muchas cosas que son escondidas bajo la alfombra. A medida que la trama avanza, las revelaciones acerca de la naturaleza del lugar y del mismo Norman Bates salen a la luz. La oscuridad presente en Norman comienza a consumirlo llegando a un impactante final de temporada. Tal vez después de todo no haya sido solamente la madre la causa de su locura. He aquí el gran MacGuffin de esta primera temporada. Que una segunda haya sido autorizada significa que las esperanzas no están perdidas. Que todavía hay gente que elige ver buenas series por sobre la basura que es ofrecida habitualmente.

Boss:

Ahora vamos a hablar de una serie que inexplicablemente - a mi juicio, el rating no es excusa válida- fue cancelada. Este hecho se hace aún más irritante cuando vemos un producto de tan buena calidad y encima producido por la leyenda indie Gus Van Sant. Boss nos sitúa en la ciudad de Chicago que es gobernada a puño de acero por el poderoso y carismático Tom Kane - all hail the one and only Kelsey Grammer-. Kane es un Alcalde corrupto e inescrupuloso, pero un brillante político. Es capaz de hacer cualquier cosa con tal de retener el poder absoluto que detenta desde hace años. No hay rival que esté a su altura ni que consiga desestabilizarlo un poco siquiera. Junto con Ezra Stone (Martin Donovan) y Kitty O'Neill (Kathleen Robertson) sus dos fieles y más brillantes colaboradores y su esposa e hija de su predecesor en el cargo Meredith Kane (Connie Nielsen), ha tejido una red de contactos y socios que parece infranqueable. La ciudad es suya y nadie parece discutirlo. Pero detrás de las paredes, sus rivales complotan en su contra y parecen haber encontrado en el joven y carismático - pero precoz y adúltero- tesorero Ben Zajac (Jeff Hepner) un rival de calibre. Cuando todo comienza a complicarse cada vez más, es el propio cuerpo de Kane quien se convierte en su peor enemigo. Es diagnosticado con Demencia con Lewy Bodies, una enfermedad auto-inmune y degenerativa que no posee cura. Su lucha será mantener todo el esquema de poder que tanto esfuerzo y sangre le costó construir a pesar de estar perdiendo la cabeza. Decide no comunicar a nadie acerca de su condición y continuar ejerciendo sus funciones, algo que es poco ético. Sus únicas vías de comunicación van a ser la Doctora Ella Harris (Karen Aldrige) a quien saca del hospital y la exilia para que no pueda ser contactada por nadie- y su hija drogadicta Emma Kane (Hannah Ware) que es la única que puede conseguirle las drogas clandestinamente. Son dos temporadas que sirven como un explicativo de los mecanismos que utiliza el poder político y de como la ambición puede destruir a cualquier persona y a todos los que están a su alrededor. El comportamiento de Kane comienza a ser cada vez más errático y su enfermedad comienza a consumir su cuerpo y mente, llegando a su punto más alto en la segunda temporada donde constantemente es atacado por visiones. La pelea por el poder es encarnizada y no posee límites éticos ni morales. El juego de la política no es más que una sucia letrina donde todos compiten por llegar al trono a costa de la gente común. Párrafo aparte para Kelsey Grammer que nos demuestra una vez más que es un maravilloso actor. El personaje de Kane parece hecho a medida, y su locura es interpretada de una manera perfecta. Más allá de que hayan cancelado Boss debido a su extraño bajo rating, estamos ante una de las mejores y más complejas series de estos tiempos. Una serie que va derecho a convertirse en un clásico. No en vano están pensando en realizar una película para así atar todos los cabos que quedaron sueltos tras su abrupto final.

Arrow:

Arrow es una serie muy jugada. Es el intento de conseguir un programa de superhéroes que tenga calidad y contenido y que no sea un dibujo animado. Con Smallville algo habían logrado, aunque sus últimas temporadas fueron bastante flojas. Pero con Arrow esta vez deciden salir de la cómoda historia de "como llegó X a ser Y" sino que tras una presentación mínima ponen todo en la mesa sin reparos. Oliver Queen (Stephen Amell, que ahora quiere ser Green Arrow en la futura versión cinematográfica de The Justice League) es el hijo malcriado y playboy del empresario Robert Queen. Mientras viajan a bordo de un lujoso yate, una tormenta los sorprende y quedan a la deriva en el medio del océano. Tras estar varios días con el mínimo de comida y con muy poca agua, visualizan una isla a lo lejos. Robert le pide a su hijo que resista y que enmiende todos los errores que él cometió. Acto seguido, asesina al otro sobreviviente y se suicida para así dejar el alimento en manos de su hijo. Le deja una libreta con una gran lista de nombres, de personas que le han fallado a Starling City (con una estética similar a Gotham City, con esa sombra que parece recubrirla). Pasa cinco duros años en la isla, donde adquiere una serie de habilidades físicas y mentales que le permiten estar listo para su tarea. Lo interesante es que capítulo a capítulo, el flashback es utilizado como recurso para irnos explicando que fue lo que sucedió en aquella misteriosa isla. Y aún cuando culmina la primera temporada, hay varias cuestiones irresolutas en cuando a su estadía allí. Su regreso a su ciudad natal genera un gran impacto mediático y el joven Queen intenta reconectarse con su familia y sus amigos al mismo tiempo que comienza a patrullar las noches vestido de verde, con un moderno equipo de arco y flecha y una capucha verde que oculta su identidad. Su motivación es eliminar uno por uno a los miembros de la lista que le dejó su difunto padre y terminar con todos aquellos que destruyeron su ciudad. Pero el cuadro general es mucho más complejo y las conexiones llegan a todos los empresarios que rodeaban a su padre, inclusive a su madre Moira Queen (Sussana Thompson). Detrás de esa lista, hay un plan mucho más macabro y complicado que el simple robo de dinero.
Aparecen varios personajes del universo DC, siendo DeadShot el más logrado y uno de sus principales antagonistas del vigilante. El amor se hace presente también en la figura de Laurel Lance (Katie Cassidy) que de a poco se va acercando nuevamente a su ex-novio, aunque le cuesta pues considera que la traicionó cuando escapó en el yate con su hermana (que falleció en el accidente). La policía comienza a seguir sus pasos, en especial el padre de Laurel el Detective Quentin Lance (Paul Blackthorne), y los caminos se van estrechando para Queen. Sus dos compañeros, que se unen con el correr de la serie, el ex-marine John Diggle (David Ramsey) y la divertida analista en sistemas Felicity Smoak (Emily Bett Rickards) completan la pintura. Arrow nos muestra a un héroe muy humano que intenta realmente cambiar las cosas al mismo tiempo que busca luchar contra sus demonios internos y reconciliarse con las personas que hirió en el pasado. Arrow es el ascenso de un héroe. Es la serie que los fanáticos de los comics nos merecíamos hace un largo rato.

Hasta aquí la primera entrega. Mañana la segunda con las otras 5 series que considero imprescindibles para todo fanático de la buena televisión.