Voy a decirlo sin rodeos: Evan Goldberg y Seth Rogen nos traen una de las mejores películas de este año. Y tal vez también de los próximos diez o veinte. This Is The End es uno de esos filmes que automáticamente se convierten en un clásico de culto, con el agregado de que en este caso la audiencia acompañará sin duda alguna desde el comienzo hasta el fin (cuak) y la transformará en un éxito de taquilla. Seth Rogen es un actor que me encanta. Si bien siempre interpreta roles similares en todas sus películas, el average joe fumón que termina siendo protagonista central - con variaciones que van desde el looser que embaraza a una chica inalcanzable para él tras una noche de sexo casual al hijo fracasado que debe viajar por el país con una madre insufrible-, a mi su esencia y su estilo me gustan a sobremanera. Ni que hablar de los demás actores (James Franco, Jay Baruchel, Jonah Hill, Michael Cera, Craig Robinson y Danny McBride) que protagonizan esta historia como una gran parodia de ellos mismos y de la vida de las estrellas de Hollywood.
This Is The End es un delirio absoluto craneado en la mente de Rogen y Goldberg. Todos los actores, músicos y celebrities que participan del filme lo hacen como ellos mismos y a decir verdad entregan un show memorable. La historia es muy simple: Seth Rogen recibe a su viejo amigo Jay Baruchel en Los Ángeles tras un año de no haberse visto. Mientras este último quiere pasar unos días tranquilo con su amigo y aclarar unos tantos, Rogen tiene planeado llevarlo esa misma noche a una fiesta que se realizará en la casa de su compadre James Franco. El problema es que casi todos los asistentes parecen tener un problema con la presencia de Baruchel, con lo que predomina es la hipocresía a lo largo del evento. Toda esta tensión contenida nunca llega a explotar por completo pues en el medio de la noche un misterioso ataque destruye toda la ciudad. Los sobrevivientes prenden la televisión y ven que en el resto del mundo está sucediendo lo mismo. El apocalípsis (el famoso Rapture) ha llegado y solo podrán sobrevivir quienes sean puros y/o demuestren que merecen un pasaje al cielo en lugar de una estadía llena de tristeza y sufrimiento en el infierno. Rogen, Hill, Robinson, Baruchel y McBride logran no ser arrastrados al infierno y por ellos deberán dejar de lado todas las rencillas personales y unirse para mantenerse con vida antes de que el mundo se termine.
El filme es un compendio de referencias muy divertidas y efectivas de varios filmes anteriores de los protagonistas, siendo la de la enorme Pinneaple Express la más hilarante. Los actores están aprovechados de una manera perfecta y logran exagerar los elementos más bizarros de sus personalidades - no se pierdan los cameos de Emma Watson, que está realmente genial-. Es esencial reírse de uno mismo para construir una parodia perfecta, y eso es algo que está a flor de piel en cada uno de ellos. Las secuencias y los diálogos parecen salidos de una mente loca y divertida en iguales partes. El uso del CGI es genial. Para comprobar esto tenemos la maravillosa escena donde Jonah Hill es abordado en su sueño por el mismísimo diablo, con lo que también queda en claro lo desbordado y salvaje de This Is The End.
Los directores de este arriesgado experimento han dado en el blanco. Su producto es una gran auto-crítica al estilo de vida de las estrellas de Hollywood y también a sus hipocresías e inmensos egos. También habla mucho de la fragilidad de las relaciones humanas y como son puestas a prueba en momentos de crisis. This Is The End es una gran película que no teme a cruzar ningún límite ni a reírse de sí misma, y es por ello que creo que es cine en estado puro. Imposible encontrar algo más real y más honesto que esto.
Puntaje: 9/10
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