martes, 15 de octubre de 2013

The Mortal Instruments: City Of Bones

De la mano de Harald Zwart, director de la remake de Karate Kid de hace 3 años, llega la enésima saga adolescente basada en una serie interminable de libros que - en mayoría de casos- son mucho más interesantes que sus versiones cinematográficas. En este caso en particular, al no haber leído ninguno de los libros, no puedo dar fe de esto aunque es muy probable que esté en lo correcto (el factor sorpresa no es el fuerte de estas películas). The Mortal Instruments: City Of Bones es la primera de varias que irán siendo lanzadas al mercado en estos años y que de seguro tendrán éxito en las taquillas pues la fórmula Twilight ha probado ser demasiado efectiva.

El argumento del filme es una cruza entre Twilight y Underworld. También posee dos cosas de Harry Potter: el instituto y la división que hay entre las habitantes del sub-mundo oculto y los Mundanos (el equivalente a los Muggles en la saga de R J.Kowling). Como se puede apreciar, no hay ningún elemento de originalidad presente y de a ratos todo parece pegado con cinta mojada. Clary (Lily Collins, si la hija de Phil) es una joven en plena adolescencia. Posee una relación de casi hermandad con un muchacho llamado Simon (Robert Sheenan) que hace tiempo que quiere ser más que su amigo. Todo normal hasta aquí. Pero el día de su cumpleaños, su madre Jocelyn (Lena Headey) descubre que ha estado dibujando constantemente un símbolo extraño. Al ver su cara, sabemos que hay algo que le están ocultando a Clary y esto no tarda en revelarse. Esta comienza a ver personas que nadie más que ella puede visualizar y en un muy bizarro bar presencia un asesinato (que claro, nadie puede ver). Entra en el juego Jace (Jamie Campbell Bower) que es un Cazador de Sombras, una especie de vigilantes del sub-mundo que se encargan de mantener el equilibrio teniendo a raya a los demonios y los vampiros. Tras un feroz ataque a su casa, en el cual su madre desaparece, Clary comienza a descubrir que ella es también una Cazadora de Sombras. Desde aquí en más, y bajo la guía de Jace, comienza el sinuoso y oscuro camino para recuperar a su madre y poder conocer su verdadera identidad.


El tema del romance está mucho mejor desarrollado que en Twilight aunque le terminan agregando una vuelta de tuerca que no hará más que tornarlo igual o más complejo que en aquella saga. El elemento de la prohibición esta presente pero de una manera menos consistente, ya que aquí ambos son humanos o semi-humanos o eso que son y por ende no se pueden dañar por darse un beso o pasarse de rosca. La tercera rueda está presente - oh, no me la esperaba esta- en el típico looser enamorado de una chica que solamente lo ve como un amigo y que apenas aparece un chico que la atrae físicamente es dejado de lado casi por completo.

Las secuencias de acción son buenas, no se las puede criticar demasiado. El CGI está bien usado, lo cual es algo muy positivo e inesperado. La estética es bien densa y gótica, lo cual a mi me gustó mucho e hizo que un filme bastante normal sea al menos disfrutable. Las actuaciones son planas, los personajes no exigen mucha interpretación sino mucho físico y en eso hay que decir que los protagonistas aprobaron el examen. Lily Collins y Jamie Campbell Bower asumen bien su rol central y llevan la historia adelante sin problemas y con buena química entre ellos. Lo que sí es inentendible es como dos buenos actores como Jonathan Rhys Meyers y Jared Harris terminaron en este filme. El cierre de la historia es más que previsible, pues deja abierta la puerta para una gran cantidad de secuelas.


The Mortal Instruments: City Of Bones es otra saga creada para cautivar a los adolescentes. Si no les interesa el género, ni se gasten en verla siquiera. Hay buenas secuencias de acción y la estética es razonable, pero hasta ahí llega todo. Si Twilight no les gustó y no son tan fanáticos de Underworld (cuyas partes choreadas son lo mejor de la película) esto no es lo suyo. Déjenla pasar que no se están perdiendo de nada.


Puntaje: 4/10 

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