miércoles, 9 de octubre de 2013

The World's End

No se confundan: este filme no es la versión británica de This Is The End ni tampoco pretende serlo. Lo único que The World's End comparte con la película dirigida por Seth Rogen y Evan Goldberg es el hecho de ser excelentes comedias y ser parte del sub-género "apocalíptico". Luego, hay una marcada diferencia en el enfoque que posee cada una y en el desarrollo de la historia y de los personajes. El director Edgar Wright, que va a dirigir la muy esperada (al menos por mí) Ant-Man, es uno de los emblemas de la comedia inglesa moderna y junto con Simon Pegg vuelve a guionar y llevar a la pantalla grande una película que es un delirio en sí misma. Este filme remite a dos de sus anteriores creaciones - la brillante Shaun Of The Dead y Hot Fuzz- tanto en la elección de los actores como en la estética elegida y la idea central del guión. Aquí suma el elemento de la nostalgia, la añoranza de aquellos años mozos cuando eramos jóvenes y teníamos el mundo en la mano. Hablemos un poco de lo que se trae The World's End.

5 amigos se reúnen después de 20 años de desencuentros para regresar - a regañadientes- a Newton, su pueblo natal. Tras la secundaria, sus caminos se bifurcaron y nunca más nada volvió a ser lo mismo. Quien impulsó la reunión es Gary (Simon Pegg) que aún continúa atrapado en la adolescencia y en aquella noche en la que tras graduarse, estuvieron a punto de concretar el legendario "Newton Haven": un tour - con pinta de cerveza obligatoria - por todos los bares del lugar. El destino se interpuso entre ellos cuando estaban a punto de ingresar al último pub, paradójicamente llamado "The World's End". Apenas comienza el viaje, las rencillas personales no tardan en aflorar. Los viejos rencores salen a la luz de manera instantánea y en el medio comienzan a hacer la famosa recorrida para ponerle un punto final a un pasado que a todos, de una manera u otra, los acecha y molesta constantemente. Cuando todo parece normal, algunos sucesos extraños despiertan sus alarmas. Estos 5 viejos amigos se dan cuenta de que hay algo que no está bien en el pueblo, que la mayoría de las personas que ellos conocieron en la adolescencia no los reconocen a ellos o se comportan de una manera poco natural. En una hilarante y violenta escena en el baño de uno de los bares, todos van a descubrir el secreto que esconden las personas del pueblo. La carrera hacia el fin del mundo no era ficticia ni un mero entretenimiento: el destino de la humanidad está ahora en sus manos y depende de que aten todos los cabos sueltos para poder llegar rápidamente a la parada final del recorrido.


The World's End encierra una interesante reflexión acerca de lo que es la amistad y como el paso del tiempo indefectiblemente la termina afectado quiéralo uno o no. Es desgarrador ver como los sueños rotos pueden dejar a una persona completamente sola y decepcionada ante la vida, como le sucede a Gary que tras esa mítica noche creyó que todo iba a cambiar y que las promesas de un mundo que estaba listo para que él y sus amigos lo exploren y lo hagan propio, eran tan solo un discurso. Para él, nada fue igual desde allí en adelante y su vida nunca fue lo que él esperaba. Una tercera idea que plantea la cinta es la absurda y obsesiva dependencia que el ser humano posee respecto de la tecnología. El final es un manifiesto en contra de las relaciones mediadas por una pantalla y un enaltecimiento de las virtudes de las relaciones cara a cara. Sobre estas tres ideas se construye el filme y a decir verdad logra conmover, además de obviamente entretener.

Las actuaciones de Simon Pegg, Nick Frost, Martin Freeman, Paddie Considine y Eddie Marsan son hilarantes y dramáticas en idénticas cantidades. Lo interesante de estas estrellas de la comedia británica es que logran combinar a la perfección estos dos elementos que son tan distintos. Aquí no podemos distinguir a uno de ellos como la nota saliente, porque todos están por sobre la altura necesaria. Igualmente hay que decir que a la dupla Pegg-Frost ya la conocemos hace rato y que sus encuentros (se puede decir que son los protagonistas principales de la historia) generan las mayores risas. Que estos dos geniales actores tengan una química perfecta hace que una escena como la de la lucha en el bar, donde se encuentran rodeados y sin salida, sea muy divertida más allá de ya haberla visto en Shaun Of The Dead y con ellos también como protagonistas.


The World's End es un filme apocalíptico muy bien dirigido por Edgar Wright, que hasta aquí renueva sus pergaminos película a película sin fisura alguna. Combina los elementos clásicos de este tipo de productos - el choreo a War Of The Worlds, Invasion Of The Body Snatchers y The Day The Earth Stood Still es más que evidente- y le agrega una historia que incluye muchas risas y muchísimos vasos de cerveza. Más allá del consumismo en el que vivimos encapsulados desde vaya uno a saber cuando, estos 5 hombres recuerdan los días en que eran jóvenes y lo que valía la pena era luchar por la amistad y la felicidad sin importar las consecuencias. Entonces deciden, a pesar de sus diferencias y asuntos no resueltos, sentarse a tomar un trago más para ver que pasa. Cerrar ese famoso recorrido de una vez por todas podría significar para ellos el comienzo de una nueva vida.


Puntaje: 9.5/10

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