sábado, 23 de agosto de 2014

Captain America: The Winter Soldier

Captain America: The First Avenger (2011) es una muy buena película que a pesar de no poseer demasiadas grietas – y eso que uno las busca obsesivamente siempre- no me había dejado un buen gusto en la boca. Si bien la introducción al universo del Capitán América estuvo bien realizada, creo que se le dedicó demasiado tiempo a la parte de “cómo llegó a…” y eso le restó movimiento al filme. La acción llega solamente sobre el final para encima dejarnos con las ganas y con nuestro héroe, como bien marca la historia original, congelado esperando a ser resucitado en los tiempos que corren. Algo de esto se vio en la escena detrás de los créditos que sirvió como pie para la magnífica The Avengers. Con Captain America: The Winter Soldier, Marvel como en toda la Fase 2 de su proyecto se sitúa temporalmente después de la Batalla de Nueva York que estuvo a punto de destruir el planeta tierra. Anthony y Joe Russo fueron esta vez los encargados de dirigir el filme y consiguieron crear lo mejor – junto a Guardians Of The Galaxy- que el popular emporio de los cómics nos ha ofrecido desde la brillante Iron Man (2008).

El guion retoma desde el punto exacto donde había quedado su antecesora. Steve Rogers (Chris Evans) trabaja para un muy cambiado – desde su óptica idealista de hace 70 años- Ejército de los Estados Unidos en misiones secretas como el Capitán América mientras intenta ponerse al día con todo lo que perdió en sus años de congelamiento en el polo. Desde el vamos hay un explosivo rescate a cargo de S.H.I.E.L.D que entra en un barco para rescatar a los rehenes de un reconocido terrorista. Tras la accidentada misión, Rogers va a cuestionar a Nick Fury (Samuel L. Jackson) por haber arriesgado la vida de los civiles en pos de cumplir los múltiples – y ocultos- objetivos de la misión. Se nota cierto discurso contra el militarismo de los EEUU pos September 11 y a la imposición del miedo como la única manera de sostener el liderazgo mundial. Entra en escena Black Widow (Scarlett Johansson) que tras estar al borde de la muerte en su incursión al barco comienza a desconfiar de ciertos movimientos en la estructura de mandos. Rogers se terminará en su ejercicio matutino haciendo amigo de un ex soldado llamado Sam Wilson (Anthony Mackie) que lo ayuda mucho a adaptarse al mundo de hoy. Va a ser Nick Fury el que empiece a notar que en la organización que dirige no es él quien mueve los hilos y termina emboscado en medio de la calle, apenas sobreviviendo a una brutal y sangrienta persecución. El Winter Soldier (Sebastian Stan) es el encargado de dejarlo inicialmente al borde de la muerte y luego de perseguirlo hasta el departamento de Steve Rogers donde se había escondido. Fury se metió donde no debía y por ello le pide que no confíe en nadie, pues el enemigo está adentro. Rogers y Black Widow comienzan a escarbar el pasado para encontrarse con diversas sorpresas y con una amenaza que parecía extinta pero que en realidad estaba latente esperando el momento para lanzar su contraofensiva.


Captain America: The Winter Soldier es una gran película. Posee el tono político bien arriba y realiza una muy buena conexión/relación con la actualidad. Hay una crítica muy fuerte a la sociedad de vigilancia absoluta que se impone como modelo global desde la caída de las Torres Gemelas y no se queda en la simple mención efectista sino que trata de profundizar dentro de lo posible. El ataque contra la hipocresía de la política y su doble discurso es bueno pero contrasta con la idealización de un pasado en el cual las cosas eran bastante parecidas en lo que refiere a los manejos de los Estados Unidos interna y externamente.
La acción es continua, no da tregua en ningún momento, con lo que mejora al filme anterior que fallaba sobre todo en esa zona. Cada escena es más impresionante que la siguiente y el CGI está utilizado razonablemente. Los cuatro personajes centrales están bien desarrollados y cada uno juega su rol a la perfección. El Winter Soldier es un elemento más en la trama a pesar de ser quien le da el título a esta segunda entrega y a pesar de su poco protagonismo es lo que abre la puerta para lo que se viene. El desarrollo de este agente del caos tiene una infinidad de posibilidades y sería interesante que lo pongan como centro la próxima vez.


Las actuaciones son excelentes de parte de Johansson, Mackie, Evans, Jackson y Stan. Por primera vez Nick Fury posee mucha incidencia en la trama y eso agiganta el trabajo del siempre hilarante y sólido Samuel L. Jackson que sigue mostrando lo ácido de su personaje pero también puede explorar nuevos horizontes bajo ese icónico parche. Cualquiera de los 5 puede tranquilamente llevar adelante una película propia, tienen la espalda suficiente, y eso es garantía de confianza para el estudio que sabe que, aun en un rol marginal, siempre lo van a hacer muy bien en cualquiera de sus productos. Se destaca también el gran Robert Redford, que en la piel de el típico político hijo de puta, hace su debut en el universo del cómic llevado al cine.


Captain America: The Winter Soldier es un gigante paso al frente de Marvel.  Es mucho más política y oscura que The Avengers y busca salirse un poco del esquema “chiste-pelea-algo de drama-explosión-posible muerte que genera más drama-está todo bien-chiste-escena misteriosa” habitual en los filmes de héroes y superhéroes de esta factoría – aclaro que esto no es algo que los hace malos en sí, ojo-. Si hay algo que Marvel sabe hacer, además de dejar puertas abiertas al mismo tiempo que cierra las necesarias, es renovarse y sorprender aun sin cambiar demasiado el esquema.


Puntaje: 9/10     


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