No hay que ser muy inteligente ni saber demasiado de cine para darse cuenta que James Franco es uno de los mejores actores de la industria hace largo rato. Su estilo delirante y libre de prejuicios y ataduras, tanto delante como detrás o afuera de las cámaras, es una marca registrada que hemos sabido disfrutar en innumerables comedias que marcaron época para el género, como esas gemas que son Pinneaple Express y This Is The End. Pero cuidado, pues esto no nos debe llevar hacia conclusiones apresuradas respecto de un posible encajonamiento de este talentoso intérprete, ya que ha mostrado con creces habilidad para moverse con mucha comodidad en filmes de tono más serio. Hablamos del rango que va desde su oscuro Harry Osbourne en las 3 Spider Man, pasando por sus intensos e inquietantes roles en 127 Hours, Homefront y Spring Breakers, doblando en la festividad con sombras de Oz, The Great And Powerful y terminando en sus más recientes papeles en Child Of God, The Sound And The Fury y Good People. Claro que no podemos dejar de lado la polémica The Interview, pero está será reseñada aquí dentro de unos días. Hay una cuestión innegable: James Franco es un actor, director, escritor y productor en constante proceso de creación. Con decirles que en este momento entre grabaciones, post producción y proyectos terminados tiene 15 nuevos filmes en su maravilloso currículo, creo que dejo en claro mi punto. Nunca para de moverse y de buscar nuevas ideas, que pueden quedar plasmadas en un papel o resultar en un corto o hasta terminar siendo una película que juega en las grandes ligas viniendo desde el Indie más puro. Palo Alto es uno de los ejemplo más claros de lo bueno que es el trabajo de Franco, comenzando por el hecho de que el filme se basa en un libro de historias cortas suyo que es altamente recomendable. El nacido en justamente Palo Alto, California es un protagonista secundario en un filme que nos muestra lo que es crecer en los suburbios de los Estados Unidos, una especie de Lado B del American Dream que puede sonar a cliché pero que como veremos no lo es en absoluto. Podemos decir que estamos ante la gran película acerca de lo que significa - y se siente- ser un adolescente. Veamos de que se trata y si podemos comprobar esta pequeña hipótesis.
Palo Alto narra dos historias en paralelo que son el motor del filme. Dentro de ellas habitan varios personajes que pintan un retrato perfecto de lo que es la adolescencia en la típica clase media norteamericana. Claro que los dos protagonistas centrales son los ejes de ambos relatos y su relación es lo más importante. Por un lado está April (Emma Roberts), una alumna de quinto año que aún es virgen y que posee una relación doble muy complicada con su entrenador de fútbol Mr. B (James Franco) y un compañero suyo llamado Teddy (Jack Kilmer) que no es una combinación entre un buen muchacho y una inseguridad notable. Los dos se gustan y mucho, pero no es fácil para ellos poner sus sentimientos sobre la mesa; hablar francamente sobre lo que sienten respecto del otro. Los dos elementos que nos alistan para el desastre aparecen velozmente en escena: Emily (Zoe Levin), una chica que se ofrece sexualmente a todo lo que le pase por enfrente (Teddy incluìdo, así que imaginen lo que desata) y Fred (Nat Wolff) un alma en pena que vive al extremo cada momento de su vida y que no posee ningún filtro a la hora de actuar y de hablar. Tras una fiesta más bien salvaje que termina muy mal, las vidas de estos cuatro chicos cambiará para siempre dirigiéndolos hacia un muro que no todos podrán esquivar.
Palo Alto es una brillante exposición de las miserias de cada uno de los personajes involucrados en su historia. La vida en los suburbios de Palo Alto es todo lo contrario a lo que las hermosas imágenes y reality shows de California nos muestran y la directora Gia Coppola junto con James Franco se encargan de dejarlo muy en claro. Lo que nos dicen es que la realidad es todo lo que escapa a nuestros ojos, que tenemos que vivirla para poder entenderla de manera íntegra. La visión es muy personal y al mismo tiempo estilística, escapando con mucho margen del cliché costumbrista que suelen ser las películas que retratan el día a día en el universo suburbano - que a la vez es muy interesante, atrayendo más que nada por las dosis disparejas de oscuridad y luz que proyecta sobre quienes viven allí-.
Claro que el otro eje de Palo Alto, o tal vez el único, es la adolescencia en su punto culmine: la salida de la secundaria y la entrada a "la vida real". Todo lo que este cambio conlleva está muy bien explayado en el largometraje y los actores consiguen que nos sintamos identificados con sus respectivas situaciones. Es un esquema muy parecido al de la fenomenal Kids (1995) de la que sin dudas se ha llevado algunos consejos pero sin llegar nunca jamás a tamaña y radical explosión. Las fiestas, la droga, el alcohol, el sexo, el desenfreno - ese del cual a veces no podemos salir ni sabemos controlar-, las confusiones, la incerteza respecto a que es lo que sigue, la idea de que el futuro es solo el presente, las presiones del paso hacia la adultez, el miedo a la soledad...Todos problemas y reflexiones existenciales por las que cada uno de nosotros ha pasado en la vida y que ingresan como piezas de rompecabezas en una trama inteligente y que nunca se pierde en vueltas sin sentido.
El manejo de cámaras es impecable y la edición es simplemente muy buena, con todo lo que esto significa. La estética es bien Indie, una mezcla perfecta entre Harmony Korine y Gus Van Sant. El tono es melancólico y desesperanzado, pero la puerta que dirige al buen camino nunca deja de estar presente. Todo termina siendo una cuestión de elecciones personales, algo que la escena de cierre deja bien en claro.
Las actuaciones de James Franco y Emma Roberts son excelentes. Muy a gusto con sus roles y transmitiendo cada uno de sus matices. Las escenas que comparten poseen una tensión sexual y moral que termina por estallar en el peor de los momentos. Levin, Kilmer (los dos, esperen a la sorpresa) y Wolff acompañan muy bien y son partes importantes dentro del paisaje. Todos ellos poseen un alto grado de profundidad y varias capas que con el correr de los minutos van siendo descubiertas. Obviamente que no llegamos al centro (al corazón o la esencia) de cada uno y esto tiene su razón de ser en que el viaje nunca es el mismo para ninguno de ellos.
Palo Alto es un filme de un nivel artístico y técnico difíciles de encontrar en el cine actual. No es para cualquiera y muchos van a decir que es otro "embole hipster" o "un proyecto de un niño mimado con dinero que muestra como viven los menos privilegiados". Ya hemos escuchado a muchos alzar sus voces contra películas mucho mejores - sí, tranquilos que se que las hay- que Palo Alto con estos mismos argumentos huecos, así que espero que nada de esto los espante y logren dar con una copia. La adaptación del libro funciona perfecto, las historias están todas relacionadas entre sí y se influyen mutuamente, más allá de que el cruce físico entre ellas sea casi imperceptible y en pequeñas pastillas. y las performances de los actores son más que optimas. El final es muy lógico - no diré previsible- pero esto algo malo sino que le sienta perfecto a una muy buena película en la que, justamente, lo que menos importa es como termina todo.
Puntaje: 8/10
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