
Situada en un futuro no tan lejano, la primera misión tripulada a Marte se encuentra allí recolectando especímenes y monitoreando los índices del planeta rojo. La conquista no esta materializada, pero los avances logrados han acercado a la humanidad un paso más cerca de Marte. Vincent Campbell (Liev Schreiber) es uno de los líderes del equipo, que está transcurriendo sus últimos días antes de partir de regreso a la tierra. Cuando uno de sus compañeros encuentra una bacteria que está viva, decide quedarse con todo el crédito. Para ello va al mismo lugar donde encontró el primer ejemplar para así poder recolectar más de estos. Pero un profundo y oscuro cráter se abre debajo suyo haciéndolo desaparecer sin dejar rastro. El resto del equipo queda devastado y va a ser la búsqueda empecinada de su compañero la que los lleve a a enfrentarse con una fuerza misteriosa y maligna que los acecha e irá atacándolos uno por uno. La misión deja de ser el principal objetivo, que pasa a ser sobrevivir y llegar a la nave que los va a depositar nuevamente en el planeta tierra.
Como se puede apreciar, no estamos ante una historia novedosa sino más bien ante un collage de Alien - varias escenas son un calco-, Prometheus, Apollo 18 y The Thing. La idea de que en el espacio nadie te escucha y una amenaza o epidemia que va creciendo y acorralando a los humanos no es original. Pero si está bien llevada adelante, como en este caso, puede generar una atmósfera densa y sombría que no deje lugar alguno para la esperanza. Los pocos que sobreviven de a poco se van dando cuenta que están solos, que no tienen a nadie que los pueda salvar más que ellos mismos y que tampoco pueden correr hacia ningún lugar. Lo que sobresale en The Last Days On Mars es el planteo de que más allá del ente que no quiere dejarlos regresar vivos a la tierra, el verdadero centro del conflicto es el grupo de seres humanos que hace meses conviven en una aparente armonía y trabajando en equipo. Pero es sabido que ante una situación de crisis todas las miserias humanas quedan expuestas siendo este el momento en el que uno se da cuenta que el mayor peligro puede ser la persona que está al lado suyo. El manejo de esta cuestión es impecable y logra sumarle unos puntos ya que si bien no es algo que no hayamos visto, no hay dudas de que es algo muy complicado de lograr.
La trama está muy bien llevada adelante por Liev Schreiber que cubre todos los baches de los demás actores demostrando su talento y su flexibilidad. Me sorprendió ver semejante estrella en un filme que no está a su altura ya desde el cartel publicitario pero - y para el beneficio del filme- su performance es muy buena tal como nos tiene acostumbrados hace un largo rato. Otro punto favorable es que la sub-trama romántica no es pegajosa ni termina siendo clave con lo que el desarrollo de la historia gana en agilidad. Como ya se mencionó, la atmósfera está bien construida y sostenida. La tensión y la desesperación son constantes y logran contagiar al espectador. Demás está decir que la imagen es impactante, requisito fundamental para este tipo de largometrajes.
The Last Days On Mars es una razonable película de ciencia ficción. Más allá de que su argumento es una mezcla entre varios de los más grandes exponentes del género, a uno nunca le dan ganas de dejar de verla. Si quieren pasar el rato y ver como un grupo de personas lucha por sobrevivir en un laberinto que no parece tener salida, les recomiendo que la miren. Y si no, tan solo denle una oportunidad por ser un poco más interesante que el plomazo de Prometheus.
Puntaje: 5/10
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