Este filme dirigido por Kelly Reichardt, quien fue nominado al "León de Oro" en el Festival de Venecia por su muy buen trabajo, era uno de los que más esperaba. Sin estreno local, como tantos filmes que valen la pena pero que jamás llegan a nuestra cartelera, quedaba que algún alma caritativa consiguiese una copia y la colgase en la red. Por suerte esto sucedió y pude acceder a una película muy bien actuada, interesante en la trama - termina en un lugar bien lejano a aquel donde comienza- y con una contundencia política notable. Utilizando al Eco Terrorismo como marco, bucea en el sentimiento más profundo y auténtico del ser humano: el miedo. Si hay algo que nos lleva directo a nuestra naturaleza y nos hace convertirnos en algo que jamás creímos posible, es el miedo y Reichardt pudo retratar con mucha paciencia el descenso de los protagonistas a la oscuridad absoluta. Esa donde los ideales son lo que menos importa.
Night Moves nos cuenta la historia de Josh (Jesse Eisenberg), Dena (Dakota Fanning) y Harmon (Peter Sarsgaard), tres eco terroristas que están a punto de dar el golpe de sus vidas. Los dos primeros comparten activa militancia hace bastante tiempo y parece haber entre ellos una tensión bastante particular pero que de a ratos los incomoda demasiado. Harmon es un ex Marine que se torna clave para la ejecución pues sabe como armar un plan perfecto en el que nadie salga herido y el mensaje llegue al mundo con fuerza. El objetivo es una represa hidroeléctrica y todo parece marchar sobre ruedas hasta que Josh descubre que Harmon no tiene todo bajo control. Su desorganización amenaza con sabotear el ataque, algo que empeora cuando los tres ingresan en el clásico trío amoroso que siempre sucede en este tipo de operaciones revolucionarias (o como quieran llamarlas) - si no me creen, miren la fenomenal The Edukators o lean algún libro de los cientos que se han escrito acerca de la vida en la clandestinidad-. Los celos invaden a Josh que de a poco se recluye del grupo mientras Dena y Harmon intentan solucionar los problemas logísticos que van surgiendo. Y como si todo esto fuese poco, las diferencias sociales entre los dos muchachos (clase media-media raspando) y su joven compañera (de una familia adinerada, con una vida "perfecta") salen a la luz. Todo esto mientras las horas pasan y de a poco se acerca el día en el que el mundo de una vez por todas oirá su mensaje en favor de la naturaleza.
En un filme que tiene un ritmo más bien cansino, es esencial que los diálogos y los movimientos de cámara capten el interés del espectador. Y eso sucede en Night Moves de la mano de tres muy buenos actores que se meten de lleno en sus personajes mostrándonos todos sus miedos, sus dudas, sus pasiones, sus penurias, etc. que de a poco los irán carcomiendo llegando a un punto límite cuando concretan su misión. Cuando un imprevisto surge, estos tres Eco Terroristas ven como la situación se les escapa por completo de las manos. Quedan en shock, empapados por el miedo y la desconfianza mutua, y sus convicciones quedan a un lado. La moral y la culpa empujan al máximo a estos inexpertos militantes, tanto que no tardan en estar lo suficientemente cerca del abismo como para asomar la cabeza y poder ver bien lo que hay allí abajo.
Las actuaciones de Jesse Eisenberg y de Dakota Fanning son excelentes como de costumbre. Estamos ante dos de los mejores actores de sus respectivas generaciones: el primero lo viene demostrando hace ya demasiado tiempo (no necesito repetir una vez más su filmografía pero miren la reciente The Double o las ya clásicas Adventureland, Zombieland o The Social Network) y ella se encuentra en el momento de despegue de su carrera adulta - pos intervención en la saga Twilight- que ya dejó de ser una promesa para ser una realidad. Los dos utilizan el lenguaje corporal y facial de una manera muy eficiente para decir lo que no puede ser puesto en palabras - en especial Eisenberg con su clásica mirada melancólica-, administrando los silencios sin dificultades. La tensión entre los dos queda irresoluta en un principio y luego deriva hacia un lugar distinto al imaginado. La paranoia marcará el destino de dos idealistas que creyeron que cambiarían el mundo con una bomba pero vieron como a los únicos a los que hizo virar 180° fue a ellos. Peter Sarsgaard aporta su habitual mirada tristona y su habilidad para sobresalir desde los márgenes. Su personaje es el más flojo en la parte del idealismo pero el más concreto a la hora de llevar a cabo las acciones, más allá de no ser el más ortodoxo a la hora de los bifes.
Night Moves posee un doble mensaje: el primero en favor de la naturaleza y en contra de la explotación y destrucción a la que el humano la somete para obtener ganancias (económicas, políticas, sociales...) y el segundo - mucho más explícito- en contra del terrorismo en cualquiera de sus formas. Es ambiguo el esquema así planteado pero, a decir verdad funciona muy bien bajo la muy buena dirección de Kelly Reichardt. Los planos le dan fluidez a una trama más bien lenta y la imagen es bien fría y oscura. Casi como que nos invita a nunca en la vida ir a esos pueblitos que están por doquier en los Estados Unidos o por lo menos a no ir de excursión por los alrededores de una represa sin pensarlo dos o tres veces.
Night Moves es un muy buen filme que se sostiene en base a las grandes performances de Jesse Eisenberg y Dakota Fanning y a la inteligente labor del director para hacer que un producto más bien denso nos termine atrapando hasta el último minuto. No se puede decir que el desenlace sea inesperado o aunque tampoco una obviedad. Night Moves es un retrato de lo terrorífico e inevitable de nuestra naturaleza, de lo que somos capaces de hacer en nuestro estado más primitivo. Les recomiendo con muchas ganas esta película, búsquenla porque en nuestras pampas no suelen aparecer filmes con tanta calidad y potencia.
Puntaje: 8/10
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