Lone Survivor comienza con un compendio de imágenes que muestran a la perfección el lavado de cerebro al que son sometidos los jóvenes apenas ingresan en el U.S Army. Es gracioso porque de a ratos parece un video de "El Arte de Vivir", inundado de huevadas al estilo de "tienes que superar los límites de tu propio cuerpo para ser un soldado" y demás eslóganes muy estudiados que sirven para enganchar a cualquiera en la locura que es la industria de la guerra. El escenario planteado es el siguiente: en 2005 un grupo de Navy Seals debe llevar adelante en Afganistán una de las misiones más complicadas de su carrera. El objetivo es un líder Talibán que se oculta en una comunidad bien adentrada en las rocosas montañas del país de Oriente Medio. Ya desde el planeamiento la misión parece suicida, pero hay pocas cosas que parezcan imposibles para lo mejor de lo mejor de las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Liderados por Luttrell (Mark Wahlberg) estos soldados se posicionan para vigilar el lugar donde se esconde el terrorista, pero las cosas no tardan en complicarse. La decisiones que se ven forzados a tomar poseen un alto componente moral y termina por llevarlos a una situación de conflicto interno a horas de ejecutar la misión. Cuando todo se compromete al punto de poner en peligro sus vidas sin que hayan siquiera disparado una bala, deciden abortar el asalto. Liberan a los prisioneros - civiles- que habían tomado y suben hasta el risco más alto para aguardar por el rescate. Pero en tan solo unos minutos quedan incomunicados y rodeados por un enemigo que los supera por varios cuerpos y cae sobre ellos con todo su poder de fuego. No les quedará más que resistir y tratar de salir de allí, aunque el título ya anuncie cual será la suerte de todos sus protagonistas.
El tiroteo está filmado de una manera más que magistral. Mucha dinámica, muchos movimientos frenéticos de cámara y planos que se intercambian a máxima velocidad. Crudo y sangriento, sin escatimar en nada. Pura intensidad que tensa la cuerda hasta romperla en mil pedazos. Lone Survivor posee una estructura simple, siendo un filme que posee dos partes bien delimitadas: la batalla y la supervivencia posterior del protagonista tras las líneas enemigas. Mark Wahlberg se pone la película al hombro con todo su talento y oficio y consigue que uno se sienta identificado con Luttrell. Con todo lo que pierde en esa emboscada, que va más allá de lo soportable pues los demás Seals antes que sus compañeros de equipo eran sus hermanos. Este tipo de películas le sienta muy bien a Wahlberg que ya ha mostrado que puede pasar de la comedia (Ted, Pain&Gain, The Other Guys) al drama puro (The Fighter, la brillante Shooter) sin sobresaltos, asentándose como uno de los mejores actores de las dos últimas décadas. Con su mirada transmite sin fisuras el miedo y la desesperación de una persona que debe soportar el dolor - espiritual y físico- y vencer todos sus prejuicios culturales para poder salir vivo de lo que a primera vista va a ser su tumba.
Lone Survivor refleja de una manera muy eficaz la dura realidad de la guerra, cualquiera que esta sea. Lo peor que le puede pasar a un ser humano es tener la mente completamente cerrada y llena de odio siendo este el fruto de miedos y prejuicios que no son más que mentiras. Subyace además de una reivindicación de la idea de hermandad entre los soldados, una crítica potente hacia los conflictos bélicos que al fin y al cabo no son más que una carnicería humana en la que quienes mueven los hilos y satisfacen sus intereses jamás pisarán un campo de batalla.
Lone Survivor es un excelente filme, uno de esos que no pierde tiempo y va directo al punto. Ser concreto no es algo de lo que se puedan jactar muchas películas y creo que aquí el director Peter Berg dio en la tecla. Mark Wahlberg realiza un unipersonal fantástico en el que lo importante no es el - muy bueno por cierto- trabajo físico sino lo que nos dice con la mirada, con sus expresiones. Y en eso también tiene mucho que ver el trabajo del director que acierta plano tras plano en una sucesión de - como dirían los españoles- "dianas" pocas veces vista. Lo que nos queda como lección tras ver Lone Survivor es que aun en el peor de los círculos del infierno, siempre habrá seres humanos llenos de decencia y buenas intenciones que lo darán todo sin esperar recibir nada a cambio. Luttrell pudo ver y experimentar esto y escribió un gran libro - el cual recomiendo-, tal vez de los que más sirva a la hora de entender en la locura en que consiste la guerra.
Puntaje: 9/10
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