Dan Bradley fue el elegido para ponerse al frente de la nueva versión de Red Dawn, que además es su ópera prima (es conocido como Stunt Man, no como director). La idea es la misma que la original pero solo que está situada en la actualidad y el gran cuco internacional es Corea del Norte y más específicamente su nuevo líder que apenas llega al poder tras la muerte de su padre, comienza a amenazar a cuanto país se le ocurra. Este montaje está bien armado con imágenes reales de noticieros norteamericanos, lo cual también es una pequeña autocrítica hacia la visión del mundo que arman la mayoría de los medios de su país. La profecía maligna se cumple y los coreanos del norte invaden un pequeño pueblo en el medio de la nada (The Home Of The Wolverines ¡de nuevo!). Un grupo de jóvenes, entre los que se encuentran dos hermanos que son los hijos del Sheriff local, logra escapar y refugiarse en una casa en las afueras del pueblo. Pero tras un enfrentamiento interno, uno de ellos vuelve al pueblo y se pasa al bando enemigo. Lo lleva hasta la casa en el bosque y, escondidos, los hermanos Eckert (Chris Hemsworth y Josh Peck) ven como ejecutan a su padre que antes de morir da un discurso patriotero diciéndoles a ambos que peleen y recuperen el pueblo. Desde aquí, van a implementar tácticas de guerrilla urbana y liderados por Jed (Hemsworth), un soldado que estaba a punto de volver a la guerra, lucharán a sangre y fuego para recuperar su hogar.
El simbolismo norteamericano está presente por todas partes, en especial en las marcas. El tema del consumo es algo que también estaba en la anterior versión así que se puede perdonar. Pero Red Dawn posee un exceso de mensajes cargados de patrioterismo y de "nosotros somos los buenos" que la hacen demasiado estúpida. La de Milius era una película dura y bastante sentida también, pero sin semejante nivel de cursilería. Los enfrentamientos armados están bien logrados y son lo más interesante de la cinta. Las actuaciones son más bien chatas y ni Hemsworth, que a mi parecer es un buen actor, logra sobresalir por la mediocridad de la película en general.
Red Dawn es una mala decisión. Nunca se debió haber hecho una remake de este filme y las razones están a la vista de todos. En 1984, aún desde un punto de vista muy particular, tenía sentido una película así pero hoy ya es pura pérdida de tiempo. Esperemos que de aquí en más haya menos remakes - y menos si están tan mal hechas como esta- y más ideas originales y frescas, como lo fue la de John Milius en aquel entonces.
Puntaje: 3.5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario