sábado, 7 de septiembre de 2013

Pain & Gain

Empecemos hablando de Michael Bay, que es un director al que por la saga Transformers se lo ha destruido desde la crítica de cine. Sin dudas que estos filmes no son una obra de arte como Psycho o Les 400 Coups, pero tuvieron un gran éxito en la taquilla porque cumplen con su objetivo único: entretener. No pretenden ser películas complejas ni requieren de actuaciones profundas (los protagonistas son los geniales Autobots y los Decepticons que están muy bien logrados, hay que decirlo) sino tan solo llevarnos por un camino de adrenalina pura durante el lapso de dos horas. Tan terrible no parece, más si tenemos en cuenta que no es un mal director y que hay pruebas de ello: The Rock (1996), Bad Boys (1995) y The Island (2005) están allí para atestiguar mis palabras. Igualmente volveré a hablar de él seguramente cuando se estrene dentro de poco Transformers: Age Of Extintion donde los fanáticos al fin veremos a los Dinobots en acción. Pero antes de este compendio de autos y explosiones, el bueno de Bay decidió filmar una muy buena película que lo acerca a sus raíces (es decir a Bad Boys). Pasemos ahora a Pain & Gain, que aún no tiene fecha de estreno aquí lo cual sería una verdadera lástima.


El argumento es muy simple y tiene el agregado - oh, novedad- de estar basado en un hecho real. Tres bodybuilders que viven en Miami están hartos de su vida plana y de llegar con lo justo a fin de mes. Daniel Lugo (Mark Wahlberg) trabaja en un importante gimnasio y es puro músculo y entusiasmo. Pero detrás de su sonrisa de publicidad de dentífrico hay una persona que quiere tenerlo todo, que quiere vivir el sueño americano. Adrian Doorbal (Anthony Mackie) es otro amante del gimnasio que entrena muy duro y continuamente se inyecta esteroides para poder ganar más masa muscular y entrar con chances en los concursos que se realizan en el barrio. Pero a la larga se va a encontrar con un problema de gran magnitud: las drogas tuvieron sobre él el efecto que todos ya sabemos y está desesperado por poder comprar las inyecciones que van a reactivar su virilidad. Paul Doyle (Dwayne Johnson) es otro asiduo asistente del local y un adicto en recuperación que encontró en la Iglesia su salvación. Cuando Daniel conozca y trabe muy buena relación con el millonario empresario Victor Kershaw (Tony Shalhoub), comenzará a planear una operación para hacerse con todas sus propiedades. Recluta a Adrian y a Paul y efectúan el secuestro con cautiverio y tortura incluidos. Pero todo sale al revés y las desgracias comienzan a perseguir a este grupo bizarro y potente de criminales que ni habiendo llegado a la cima tienen garantizado el éxito de su misión.


Pain & Gain es muy entretenida llegando a tener momentos realmente hilarantes. La historia transcurre muy velozmente, con una aceleración idéntica a la de los tres protagonistas que se internan en un torbellino imposible de detener que los terminará consumiendo. Demás está decir que es puro músculo, como un viejo Camaro. El trío central está impecable y entrega un excelente show. Wahlberg sigue demostrando que es un gran actor, que la comedia le sienta muy bien y que los matices no son un problema para él. Johnson hace tiempo que no es The Rock y vuelve a armar un personaje sólido y contradictorio, lleno de conflictos internos. Mackie es el que menos resalta por no ser tan histriónico, pero acompaña muy bien. La química entre ellos no puede estar mejor y las apariciones de Shalhoub (nuestro querido y amado Monk) y Ed Harris (como el detective privado que sigue los rastros de nuestro trío) son justas y logran su cometido.


Pain & Gain es un muy buen filme que está muy bien dirigido. El director se aleja, al menos por un rato, del CGI y de las explosiones para darnos un sólido trabajo centrado solo en el guión y los actores. Comienza siendo una comedia negra para luego derivar en una comedia de enredos. La estética noventosa de Miami - y consecuentemente de los personajes- vuelve a hacer su trabajo y hay una crítica clara a la idea del sueño americano. Las conexiones y referencias a Scarface son más que claras y correctas. Una muy buena pastilla de Bay y Wahlberg antes de que los Autobots vuelvan al ruedo.


Puntaje: 8/10

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