viernes, 20 de marzo de 2015

The Loft


En el año 2008 el cine belga nos proveyó de una gran experiencia de la mano de Loft, un thriller dirigido por Erik Van Looy que contaba la historia de cinco amigos (todos neo ricos, el equivalente a los yuppies modernos) que deciden comprar un lujoso piso en el medio de la ciudad y compartirlo para llevar a sus amantes sin ser detectados por sus esposas y novias. Todo anda de maravillas hasta que una mañana, uno de ellos ingresa y se encuentra con el cuerpo de una joven mujer en la cama. Esposada a un barrote del respaldo y bañada en sangre, desata un caos en el que todos comienzan a sospechar del otro. Una amistad de años, en apariencia sin demasiadas grietas, se pone en riesgo ante la posibilidad de ir a la cárcel en una previsible condena por asesinato. Van Looy decidió 5 años después de aquel éxito, seguir el camino de Michael Haneke y realizar una remake para el mercado norteamericano. Cuadro por cuadro, sin alterar prácticamente nada, como aquella doble función de la brillante y perturbadora Funny Games (la original alemana en 1997 y su reversión americana en 2007). El resultado es parejo y logra dar con un resultado que la coloca a la altura de su espejo, más allá de que algunas cuestiones referidas a las interpretaciones - que son buenas y punto- le quitan un poco de calidad a The Loft en comparación con la original


Los elegidos para ponerse en la piel de estos cinco amigos de toda la vida son James Marsden, Karl Urban, Wentworth Miller, Eric Stonestreet y Mathias Schoenaerts. No es un elenco destinado al mayor de los brillos, pero todos han probado su eficacia en series y películas de todo tipo y especie en los últimos 20 años. El planteo es el mismo que se relató en el párrafo anterior: el loft para no ser descubiertos por sus parejas, las relaciones quebradas e hipócritas que generan esta situación, una joven mujer muerta sobre la cama y una inscripción en latín con su sangre. Luego de superar la desesperación inicial, comienza una cacería brutal en la que cada uno intentará salvarse sin importar si los demás se hunden. De repente todos los trapitos salen al sol y el espectador se da cuenta de que las cosas no andan tan bien dentro de un grupo que aparenta unidad y complicidad - en el buen sentido, claro-. Una serie de flashbacks y flashforwards es lo que logra darle dinámica a la trama, llevándonos constantemente por las tres dimensiones temporales para que de a poco vayamos atando los cabos sueltos.


Mientras todos se someten al interrogatorio de la Policía, se debaten entre encontrar un culpable entre ellos mismos o mantener el pacto de silencio. Oscuros secretos se esconden tras las paredes de ese silencioso y amplio departamento y esto crea una tensión que siempre está a punto de estallar. El guión logra confundir al espectador al máximo pues lo lleva hacia todas las hipótesis posibles y cuando nos convence de que hemos encontrado al responsable, la hace volar por los aires sin complejos. The Loft es interesante y logra atrapar porque a la luz del público todos los protagonistas podrían ser los culpables. En esto es exactamente igual a su molde, no hay demasiados cambios más allá de la locación geográfica.


En sintonía con un filme como Gone Girl (2014), tenemos ante nosotros un duro retrato de la hipocresía que puede llegar a ser el matrimonio. De todo lo que se oculta tras la foto resplandeciente del día de la boda. Bart De Pauw repite como guionista y da en la tecla a la hora de reinventar - manteniendo la base intacta- un policial atrapante que mezcla elementos del thriller y del drama clásico. De a poco, todos los elementos del rompecabezas van encontrando su lugar en la historia para dar lugar a algo bastante más grande que el mero asesinato. No hay detalle que deba ser dejado al azar o ignorado, aunque muy gentilmente el director ejecuta un veloz repaso antes del cierre para que los menos precavidos no se vayan sin entender lo que sucedió.


El manejo de planos de Van Looy es sensacional y la edición de sonido es muy buena. En conjunto, imagen y sonido logran generar un ambiente lleno de dudas que termina por entregarnos un desenlace más relacionado con el desamor más chato y la venganza más pura. Los giros en la trama no cesan hasta los minutos finales y nos atan a la pantalla de una manera irremediable. Las actuaciones de los cinco nombres principales es muy buena y sus compañeras (Rhona Mitra y Valerie Cruz principalmente) no desentonan en absoluto. Sin hacer algo despampanante, todos se reparten el protagonismo en idénticas cuotas y con la solidez suficiente como para no quitarle ritmo al filme. The Loft es tragedia y misterio al por mayor, una remake que aprueba el examen en una época donde estos experimentos suelen estrellarse contra el suelo. Erik Van Looy tomó el camino de la audacia al imitar el bestial doble trabajo de Michael Haneke y salió ganador: más de estos tipos son necesarios en la industria del cine.




Puntaje: 7/10


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