domingo, 16 de noviembre de 2014

Teenage Mutant Ninja Turtles

Teenage Mutant Ninja Turtles es sin dudas un filme que tiene mucho más potencial que lo que termina exhibiendo. Su director Jonathan Liebesman no hizo un mal trabajo en líneas generales desde lo técnico, pero es evidente que quedó demasiado preso del "estilo Michael Bay". El bueno de Bay es el productor de este nuevo intento de llevar con éxito a las geniales Tortugas Ninja a la pantalla grande y, a decir verdad, bien podría haberse acreditado como director pues la película es una más dentro de sus filmes recientes. De entrada hubo demasiadas quejas con respecto al nuevo diseño de estos simpáticos vigilantes, pero como verán un poco más adelante eso no fue lo que más me molestó.

La introducción es una banal y breve explicación - que más adelante se completa un poco por suerte- de como unas simples tortugas llegaron a convertirse en...tortugas más grandes, casi humanas, que hablan y luchan contra el mal. La estética manga elegida para darle inicio a la trama no está tan mal y el relato del Maestro Splinter nos pone en la línea de largada. Luego vendrá una sucesión de hechos y de personajes que cualquiera que haya seguido la serie animada en los 90' encontrará muy conocidos: April O'Neil (Megan Fox) es una periodista que desea progresar en su carrera. Estancada en los típicos programas al estilo "Good Morning America" en la sección de notas de color, necesita encontrar una historia que la catapulte al éxito. Hace varios meses que está detrás de una pista acerca de extraños movimientos en los muelles de la ciudad, pero sus jefes no le prestan atención y la siguen utilizando para esos inserts que dieron nacimiento al famoso término "cosificación de la mujer". Una noche de lluvia, pasa con su bicicleta por el lugar de investigación y ve como un grupo de hombres armados está descargando algo misterioso. De las sombras salen nuestra Tortugas Ninja para solucionar el problema, ahuyentando a los maleantes. April comenzará a adentrarse en el mundo de estos particulares justicieros y terminará encontrándose con algo que va más allá de su tan buscada noticia. El mal acecha a la ciudad y solo con la ayuda de Rafael, Miguel Ángel, Donatello y Leonardo podrá salvarla de su destrucción.


Es innegable que el diseño de la Tortugas Ninja es en extremo particular, pero no por ser completamente distinto al original es necesariamente malo. Se entiende el enojo de los más fanáticos, pero este nuevo concepto no le sienta tan mal a una película que busca ser una explosión mucho más grande aun que las gigantes tortugas. En lo que se refiere a la "esencia" de la serie original, lo que podemos decir es que la comicidad de sus protagonistas así como sus características que los distinguen el uno del otro, están allí. El cómic original, tan oscuro y tan irreverente vio como la serie de televisión ya amputaba varias de las cuestiones que lo hacían interesante. Principalmente esa pertenencia al circuito underground, estatus que perdió cuando se masificó al punto extremo durante los 90'. Hay apenas huellas de aquellas viejas historietas, pero todas quedan casi anuladas por la excesiva enormidad de la película.


El gran problema de Teenage Mutant Ninja Turtles es el de todas las películas de Michael Bay: todo se encuentra demasiado magnificado. Hasta la cola del Maestro Splinter parece una anaconda por sus movimientos y tamaño, con lo que se pueden imaginar como se ha elevado a la máxima potencia cada detalle. Si se preocupaban por las referencias a la cultura pop, sepan que están allí pero que - como todo lo demás- es tan superficial que no puede imponerse a la batería nuclear de efectos especiales y escenas en Ultra HD con slow motion. Toda esa buena base, todo eso que nos ilusiona al comienzo del filme, se pierde en la basura habitual de quien produce este intento de iniciar una nueva saga que lo llene de dinero a costa de nuestra nostalgia. Aclaro que - a pesar de que cinematográficamente es una cagada- soy un gran fanático de la saga Transformers y que es una de las que más me entretiene a la hora de ver una película sin compromiso ni seriedad, con lo que dejamos explicada esta cuestión de la "nostalgia".


Desde la mitad de su tiempo total de duración, el filme se convierte en una sucesión de bastante ridículas escenas de lucha que no agregan nada nuevo a la historia. Solo la extienden como si fuese el chicle más largo del mundo, llegándose a la conclusión de que a la cinta le sobra como mínimo media hora. Los chistes de las tortugas hacen que todo sea un poco más ameno, pero no abundan y hay un esfuerzo demasiado ridículo de demostrar que vieron la serie y que conocen a cada uno de los personajes. Demás está decir que el guión es muy zonzo, muy liviano y previsible, y que solo se puede rescatar el diseño y la inocencia de los 4 valientes y adolescentes guerreros ninja. Megan Fox se luce en un rol hecho para ella, aunque no sale del todo de su zona de comfort. Más allá de algunos papeles en comedias dramáticas como el de This Is 40, la actriz todavía no ha podido dar con un rol que termine por impulsarla dentro de la industria como algo más que una imagen.


Para cerrar, agreguemos que el tono épico de Teenage Mutant Ninja Turtles es más que innecesario; podemos hasta decir que es irrelevante y que hace insufrible cada escena en la que se hace presente en cualquier de sus variadas formas. El filme no es en absoluto logrado y esta vez los geniales - no hay que negarlo, son buenos- efectos especiales no consiguen siquiera hacerlo pasable. Una pena, pues estaba todo dado como para que las adorables tortugas por fin tuviesen un muy buen paso por la pantalla grande.



Puntaje: 3.5/10 

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