viernes, 20 de mayo de 2016

Game Of Thrones: Temporada 6. Episodio 4 "Book of the Stranger"



El cuarto capítulo de la sexta temporada de Game Of Thrones bien puede haber sido uno de los más intrigantes e interesantes de toda la saga. Los dilemas continúan aquejando a cada uno de los protagonistas y que a medida que la trama avanza, hay interrogantes que se resuelven al mismo tiempo que se plantean otros. Cuando parece que hay nudos que se desatarán, la historia se complejiza cada vez más y el desafío para quienes dirigen y producen la serie evidentemente estará en evitar que la telaraña los termine atrapando a ellos.

"Book of the Stranger" abre con Jon Snow y Edd discutiendo en Castle Black la decisión del primero de terminar su guardia en el muro. En medio de todo esto, Sansa ingresa a Castle Black junto a Brianne y se funde en un emotivo abrazo con su hermano. Luego de tanto tiempo separados, de pensar que lo peor había sucedido, el solo hecho de estar juntos aborta la salida de Jon del lugar que fue su casa durante prácticamente cinco temporadas. 

En una charla muy bonita y amena, que contrasta con todo lo que se viene viendo en la serie hace demasiado tiempo, recuerdan viejos tiempos, ríen mucho y lamentan aquella salida desde Invernalia hacia el Desembarco del Rey cuando todos eran apenas unos muchachos con demasiadas ilusiones y poca noción de como funcionaba el mundo.

Pero Sansa a pesar de su felicidad no se anda con rodeos y toma el toro por las astas: luego de leer la carta enviada por Ramsay, donde los amenaza a los dos si es que ella no regresa, le pide a Jon que recuperen juntos Invernalia y vuelvan a su hogar de una vez por todas. Snow por primera vez admite estar cansado de luchar, pues siente que ha estado peleando toda su vida y que luego de toda la sangre derramada y los sacrificios realizados, ya no hay más nada que hacer.




En la otra punta de Castle Black, Melisandre le explica a Davos que ha encontrado al Príncipe que el Señor de la Luz le prometió y que seguirá sus ordenes tal cual lo hizo una vez con Stannis. La decepción en el nuevo gran héroe de la saga es notable, pero entiende que poco puede hacer para hacerla cambiar de parecer luego de haber sido clave para que recupere su fe en sus propios poderes.

Antes de que Davos pueda formular una respuesta, son interrumpidos por Brianne que de forma desafiante les cuenta lo que sucedió en el campo de batalla y como ella asesinó a sangre fría a un Stannis moribundo y desmoralizado luego de la humillante derrota que ha sufrido.




En el Valle, Petyr Vaelish regresa a visitar al joven heredero, que a pesar de su entrenamiento intensivo no ha conseguido progresar demasiado ni convertirse en ese gran guerrero que muchos desean que sea. A pesar de ello, y de su insoportable retraso debido a los problemas de su difunta madre, ha desarrollado un poco más su instinto político para ponerse al servicio de Little Finger. 

El juego político comienza de inmediato, con amenazas de por medio y la intención de ir a defender y a rescatar a Sansa de un destino que creen muy complicado. El peligro la acecha desde Invernalia, con un Ramsay decidido a recuperar a su esposa para asegurar su dominio en el Norte, por lo que luego de muchos años de pasividad absoluta, el Valle decide tomar las armas y unirse a una guerra - que podría verse desnivelada con su presencia- de la que estuvieron demasiado tiempo alejados.




Mientras tanto en Mereen, Varys y Tyrion intentan ganarse el favor de quienes financian a los Hijos de la Arpía, con un posible acuerdo que se ve en jaque por la resistencia por parte de los esclavos liberados por Daenerys, que no quieren que regrese la esclavitud ni ceder un poco siquiera del terreno que han ganado gracias a la Madre de los Dragones. 

A pesar de esto, la oferta de Tyrion y Varys sorprende a los esclavistas, pues se les propone eliminar la práctica en siete años, ofreciéndoles reducir sus pérdidas al mínimo y recibir una indemnización justa para compensar todo lo que puedan perder. Luego de una ardua negociación, el Gusano Gris y Missandei ceden un poco y le dan todo su apoyo a Tyrion frente a quienes lo cuestionan por la tregua que les ha ofrecido a sus enemigos.

Así se abre un nuevo panorama en Mereen, ya que el estilo confrontativo puro de todo o nada que posee Daenerys se ha visto matizado por la astucia de Tyrion y Varis, quienes no pretenden darle poder a sus rivales pero sí tenerlos siempre un poco más cerca, tal cual indica el refrán.




En otro sector de Westeros, Jorah y Daario continúan el arduo camino hacia Vaes Dothrak, tratando de esconder al máximo sus diferencias más allá de que pelearse es lo que menos les preocupa. Para colmo de males, Jorah está cada vez más débil, siendo consumido por su enfermedad a cada nuevo paso que da pero al mismo tiempo decidido a encontrar a Daenerys aún si eso le costase el último aliento.

Siguiendo correctamente las huellas, logran su cometido y tras una complicada entrada - en la que Daario le salva la vida a Jorah muy oportunamente- ingresan al campamento Dothraki. Allí  se encuentra, claro, su Khaleesi quien sufre cada segundo de su existencia dentro del templo que alberga a todas las viudas de los Khal. Es imposible no imaginarse el tedio que podría llegar a ser el vivir encerrada toda una vida con viudas de todas las edades disponibles, escuchando cuan miserable es todo desde que su "jinete del mundo" falleció. 

Aquí hay un punto de vital relevancia para la trama y hablamos de la determinación previa de los roles que uno debe ocupar en la vida. De un sentido común imperante que ordena a las mujeres de los Khal que han fallecido vivir un destino más que miserable y además todas encerradas en un mismo lugar mientras los hombres - en un modelo patriarcal llevado al extremo y muy bien retratado- hacen lo que quieren y hasta toman la decisión de elegir si una viuda merece o no ser Dosh Kaleen.

Como todos sabemos, Daenerys Targaryen jamás fue una mujer cien por cien sumisa. Al comienzo, lógicamente estaba bajo el azote de su patético hermano y con el miedo absoluto de estar casada con Khal Drogo quien en un principio no hacía más que fornicar con ella brutalmente y sin ningún tipo de amor de por medio. Pero cuando decide tomar las riendas del asunto y ponerse a la par de su marido, es el momento en el que su vida da un giro absoluto. De allí en adelante, no podrá tolerar jamás el ser sometida por nadie, haciendo la ley con sus propias manos en un acto absolutamente representativo del poder femenino en un universo donde la mayoría de ellas juega un rol subsidiario y como mucho a las sombras del poder masculino.

Una vez que Daario y Jorah llegan a ella, Daenerys les pide que no asesinen a nadie y que la acompañen al templo para poder hablar con Khal Moro. Los dos les imploran que por favor escape con ellos, pero muy decidida la Madre de los Dragones camina firme hacia lo que parecía ser un callejón sin salida.




En el Desembarco del Rey, la Reina Margaery comienza a transitar junto al Gorrión Supremo los pasos finales hacia su redención tras varias semanas de reclusión total. En una charla cara a cara, el Gorrión le da una lección acerca de la hipocresía y de como las formas y las mentiras enmascaran la verdad, explicándole acerca de su pasado que - sorpresivamente- era muy diferente a su actualidad.

Tras ver un progreso, la lleva de la mano a ver a su hermano Loras, algo que era su deseo desde el primer momento. Al encontrarlo quebrado y sin ganas de vivir, Margaery le pide que por favor se mantenga fuerte, que la pesadilla se va a terminar muy pronto.

En el castillo, el Gran Maestre intenta influenciar a Tommen, pero Cersei llega justo a tiempo para evitar daños mayores. Con el conflicto ya iniciado dentro del Consejo Privado tras la visita del capítulo pasado, las palabras del Maestre parecen haber anulado las intenciones de venganza del joven Rey, que le pidea su madre que no antagonice con el Gorrión pues éste tiene a a su esposa como prisionera.

Pero la situación no se termina allí, ya que la confesión que Tommen le hace a Cersei acerca de su conversación privada con el Gorrión, lleva a que el Consejo Privado - en un giro de 180 grados- se una nuevamente para derrotar a los fanáticos religiosos. Ante un peligro demasiado grande ya, dejan de lado los problemas entre sí y deciden rescatar a la Reina y a Loras, aún al riesgo de iniciar una guerra civil que podría dejar miles y miles de muertos




En las Islas de Hierro, Theon Greyjoy se reencuentra con su hermana luego de aquel fallido rescate donde varias vidas quedaron en el camino. Sin concesiones, ella lo acusa de traición y él intenta explicarle como Ramsay lo rompió física y psicológicamente. La mayor sorpresa llega cuando le admite que no quiere ser el Rey sino que su gran objetivo es que ella sea quien gobierne la tierra donde nació, por lo que se va a prestar para todo lo que sea necesario para lograr ese objetivo.

Mientras tanto, Ramsay Bolton continúa con su camino de sangre y odio, ahora asesinando con una daga directa al cuello a Osha tras decirle que sabía como se habían escapado los Stark, pues Theon le había confesado todo. Esta muerte es relevante, ya que significa el final del recorrido para un personaje importante para que la llama de los Stark se haya mantenido encendida desde la ejecución de Eddard Stark.

Jon Snow recibe en Castle Black una carte de guerra por parte de Ramsay, con el aviso de que tiene a Rickon como rehén y que le debe devolver a Sansa, pues si no una serie de atrocidades caerán sobre él, su familia y sus soldados. Considerando seriamente luchar por Invernalia, Snow le pregunta a Tormund cuantos hombres posee a disposición. El líder de los Salvajes le dice que contra los 5000 hombres de Ramsay, solo tiene 2000 listos y capacitados para pelear para recuperar el Norte. La duda invade a todos en la habitación, pero Sansa le implora que una a toda la región bajo el apellido Stark y que marchen a casa para reclamar lo que es suyo.




Si todo esto no fue suficiente como para considerar a este episodio uno de los mejores de toda la saga, restaba la secuencia final en la que Daenerys confronta a Khal Moro y sus soldados en el templo. Con mucha tranquilidad y seguridad, les propone que se unan detrás de ella para conquistar el mundo, recibiendo el rechazo absoluto por parte de quienes se consideran superiores por el mero hecho de ser jinetes Dothraki. Es en ese momento cuando decide ejecutar su plan, quemando el templo con todos los líderes adentro, generando un festival de dolor y gritos y atrayendo a todo el Khalasar alrededor del fuego. Y en una escena notable, tal cual en el momento del nacimiento de los dragones allá por la primera temporada, la Khaleesi emerge desnuda entre las llamas sin ninguna quemadura, con una mirada desafiante y cargada de poder, recibiendo la lealtad del Khalasar entero para comenzar a planificar su regreso a Mereen.

Si bien no se resolvieron varios de los interrogantes planteados en los episodios previos, lo cierto es que todos los puntos nodales de la trama dieron un paso hacia adelante. Seguramente en el próximo capítulo sabremos algo más del destino de Rickon, de los preparativos para la colisión entre los dos bastardos más poderosos de Westeros y de como se prepara el Desembarco del Rey para albergar una guerra civil de dimensiones significativas.

Detrás del muro, los Caminantes Blancos esperan al acecho para lanzar el ataque final, uno que promete destruir el mundo tal cual se lo conoce y unir a todos los conflictos entre los no-muertos detrás de una sola causa. 


Y no se confundan al respecto, pues los muertos están en camino.
















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