El sudafricano Neill Blonkamp es uno de los directores que más me ha entusiasmado en estos últimos años. Saltó a la fama con su corto Alive In Joburg, donde mostraba un encuentro cercano del tercer tipo en medio de Sudáfrica. Peter Jackson encontró el video y se contactó con el joven director para ir juntos a Hollywood que los recibió con los brazos más que abiertos. El corto funcionó como una previa de lo que sería su debut en la pantalla grande: District 9. Este filme nos situaba en la capital del continente africano, en la que una nave espacial estaba varada hace varias décadas. Los extraterrestres - una especie de cucarachas humanoides- no tuvieron otra opción que mezclarse entre los seres humanos, generando un segundo apartheid. De un lado vivían los hombres y del otro, en los establecimientos precarios de las afueras de la ciudad, habitaban estos insectos. Este trasfondo sirve para contar la historia de un agente del gobierno llamado Wikus Van Der Mewe (el gran Sharlto Copley) que es el encargado de liderar los traslados de la población alienígena hacia un campo de refugiados mucho más pequeño y miserable - y agrego que la más grande corporación de armas del mundo es la que lleva adelante esta limpieza bajo contrato gubernamental-. En el transcurso, el protagonista se infecta con un líquido que encuentra en la casa de uno de estos bichos y comienza a convertirse en uno de ellos. Comienza así junto a uno de los especímenes que tanto solía despreciar una carrera para llegar al laboratorio central y conseguir lo necesario para poder reiniciar la nave nodriza (y así poder curarse, volver a ser humano). Pero en paralelo tanto el gobierno como los traficantes de armas buscan hacerse de sus servicios para poder maniobrar las armas extraterrestres, que solo pueden ser operadas por estos. El mensaje político y social es muy claro, la historia es muy entretenida, las dosis de acción son de un muy alto nivel de ejecución y la dirección de Blonkamp es más que impecable. Su segundo largometraje es Elysium y debo decir que estuvo a la altura de mis expectativas más allá de no ser tan redonda como District 9.
La estética - ese mundo desolado y sucio donde viven los marginados enfrentado al lujo y el bienestar de los ricos- y el manejo frenético y preciso (algo muy complicado de lograr) de Blonkamp siguen siendo la gran estrella de sus películas. Veamos de que se trata Elysium: en el año 2154 existen dos mundos y dos tipos de personas. Por un lado está el planeta tierra, destruido y tóxico que es habitado por los sectores sociales más pobres. Por el otro tenemos el planeta Elysium - dirigido con mano de hierro por Delacourt (Jodie Foster)-, que en realidad es una gran plataforma espacial en la que viven cientos de privilegiados que por poseer millones de dólares pueden acceder al privilegio de vivir una vida ideal, sin pobreza ni enfermedades (poseen unas cápsulas para todos los ciudadanos que con un escaneo te curan de cualquier enfermedad). La imagen no puede ser más clara: abajo, en el barro y la suciedad, los pobres y arriba, en el lujo, los millonarios. Se suma el control estricto y represivo de la población urbana mediante robots que siguen todos los movimientos de las personas para evitar focos de insurrección. A lo máximo que pueden aspirar los habitantes de la tierra es a vivir una corta y penosa vida en la que se enfermarán mientras trabajan en condiciones de esclavitud o a morir derribados por las armas anti-aéreas de Elysium cuando intentan ingresar ilegalmente a ese mundo soñado para poder curarse. Max (Matt Damon) es un obrero que lucha a diario con su pasado delictivo, tratando de concentrarse en el trabajo para mantenerse lejos de las malas influencias. La empresa en la que trabaja es dirigida por John Carlyle (William Fitchner) un ciudadano de Elysium que de vez en cuando baja para revisar la situación del negocio. En un día normal, Max le explica a su jefe que una cabina de radiación está trabada. Este lo extorsiona con la posible pérdida del trabajo y lo obliga a solucionar el problema manualmente. El resultado es obvio: el obrero queda atrapado y recibe un baño mortal de radiación. Un robot le indica que le quedan 5 días de vida y le lanza unos painkillers que le harán más ameno el trámite. Frey (Alice Braga) es una ex novia de la infancia de Max y tiene a su hija extremadamente enferma. Más allá de trabajar duramente como enfermera en el hospital local, le es imposible conseguir que su pequeña sea trasladada a Elysium para ser curada. Y aquí está el meollo principal de la película: Max y sus viejos compañeros del crimen le roban a Carlyle un disco rígido con todos los datos de la plataforma espacial (un golpe de estado interno dirigido por Delacourt estaba en marcha y el empresario era parte central de este). Acto seguido, a Max le adhieren al cuerpo una estructura metálica que lo convierte en un arma de guerra para que pueda asaltar Elysium y terminar con tanta injusticia. Max quiere aprovechar sus últimos días para salvar millones de vidas, en especial la de la hija de su viejo amor.
El guión es muy bueno y los choreos son muy claritos: Wall-E, Avatar, la misma Disrict 9 (aunque podemos dejarla afuera si ustedes quieren), Robocop, toda película que incluya a la vigilancia biotecnológica como tema central (I Robot, Minority Report, The Island...). El único problema es al mismo tiempo su mayor virtud: se presta a todo tipo de interpretaciones, que van desde la más política hasta la puramente romántica. Yo creo que amaga con la crítica política y luego termina derivado hacia la historia de amor con lo que el atractivo se reduce un poco. Las actuaciones son muy buenas, destacándose Matt Damon en un rol 100% físico (su transformación corporal es impresionante) y Sharlto Copley que esta vez interpreta a Kruger un agente de campo renegado de Elysium que se encarga de realizar todos los trabajos sucios de los más privilegiados. El antagonismo entre ambos personajes le imprime a Elysium un grado muy alto de violencia y crueldad. La sangre vuela por todas partes - igual que en District 9- así que los que posean estómagos sensibles por favor absténganse. La tierra y ese gran country espacial que es Elysium están construidos de una manera perfecta por el director así como los robots que repiten el estilo de los de su opera prima (entre sucios y modernos).
Elysium es una muy efectiva película de acción dirigida por Neill Blonkamp quien a mi parecer es uno de los grandes directores de este tiempo. La acción rellena por completo la pantalla y el mensaje político - aunque edulcorado- es potente y claro. No llega a ser la gema que es el filme que lo antecede, pero sin lugar a dudas posee todos sus genes.
Puntaje: 8.5/10
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