sábado, 30 de abril de 2016
Game Of Thrones: Temporada 6, Episodio 1 "The Red Woman"
Luego de tanta espera, la ansiedad se terminó y el pasado Domingo comenzó la sexta temporada de Game Of Thrones. Ya en las primeras escenas, como espectadores nos dimos cuenta de dos cosas de gran relevancia: primero, que Jon Snow seguía efectivamente muerto - la trama comienza unos minutos más tarde del asesinato del Señor Comandante de la Guardia Nocturna- y, en segundo lugar, que por tal vez varios capítulos seguirá de la misma manera.
La quinta temporada había finalizado con un estruendo, dejando a casi todos los personajes principales repartidos por los más diversos y lejanos lugares del mapa, cada uno enfrentando un futuro inmediato bastante complicado.
Basta recordar que luego de un escape de Mereen sobre el lomo de Drogon y bajo una lluvia de flechas y lanzas, Daenerys Targaryen quedó a merced de una nueva y voluminosa horda de guerreros Dothraki que no tardó el hacerla su prisionera. Lo mismo aplica para personajes como la extraña pareja que conforman Tyrion Lannister y Sir Varys, ambos atrapados en una ciudad en plena guerra civil, con los dos lados de la contienda - cada uno con sus motivos- esperando el regreso de la Madre de los Dragones. Ni que hablar de Sansa Stark y Theon "Reek" Greyjoy que tras asesinar al verdadero amor de Ramsay Bolton, Myranda, eligieron tomarse de las manos y lanzarse por el barranco hacia lo incierto.
Pero mucho peor fue el castigo que recibió Arya Stark ya que tras asesinar sin el permiso del Dios de las Muchas Caras, quedó completamente ciega y sin ninguna posibilidad de escape. Tal vez su dolor sea gigante, pero nada equiparable al que sintieron la "arrepentida" Cersei Lannister y su hermano/amor de su vida Jaime Lannister al tener que enterrar el cuerpo sin vida de su hija Myrcella luego de que fuese envenenada por Ellaria Martell como primer paso para una venganza que se supone a mucha mayor escala que ese hecho individual.
Uno de los platos fuertes que este capítulo nos deparó fue el ver a la Madre de los Dragones al borde de las esclavitud y el abuso sexual, como si su vida ya no tuviese suficiente. Capturada por un nuevo Khalasar, es arrastrada por el desierto hasta llegar cara a cara con Khal Moro, que primero intenta violarla y que al escuchar que es la viuda de Khal Drogo promete no tocarla ni siquiera mirarla. Lo particular de la carta que Daenerys tenía bajo la manga es que si bien la salvó de un destino similar al que vimos en la primera temporada de Game Of Thrones, no pudo evitar su futuro traslado hacia el Templo de Dosh Khareen, lugar donde viven todas las viudas de los Khal hasta el día de su propia muerte.
Se espera que su destino no sea tan lúgubre, y algo al respecto hemos visto en los dos trailers previos al estreno: la imagen de uno de sus dragones sobrevolando el campamento de la horda Dothraki es la clave que nos puede hacer entender como es que, una vez más, la mujer de los mil títulos podrá sobrevivir y superar de manera exitosa esta nueva complicación que se le ha cruzado en el camino.
En el otro lado del mundo, más precisamente en Dorne, Ellaria Sand logra terminar con el primer gran paso de su venganza. Luego de ver morir al amor de su vida, Oberyn Martell en manos de "La Montaña Que Cabalga", Sandor Clegane, y de soportar que el hermano de este y Príncipe de Dorne, Doran Martell, se rehúse a tomar las armas contra los Lannister, esta guerrera y sus tres hijas toman las armas.
El asesinato de Doran no es inesperado ni tampoco el que nada se haya hecho para evitarlo, ya que casi todo el pueblo consideraba que el Rey era un cobarde y que estaba defendiendo y justificando a los asesinos no solo de su hermano, sino además de su hermana Elia Martell, masacrada por el mismo Clegane durante la toma de King's Landing en tiempos previos a todo lo que hemos visto desde la primera temporada.
Claro que el dardo envenenado llega directamente al corazón de Jaime y Cersei Lannister, que ven como la vida de su joven hija se ha esfumado en los aires debido a un conflicto en el que ella no tenía absolutamente nada que ver. El río de sangre sigue corriendo bajo los pies de la familia Lannister, que ha tenido que enterrar a otra persona y que se dispone a lanzar un contraataque lo más rápido posible.
En el frío Norte, Theon y Sansa lograron escapar con relativo éxito del castillo de los Bolton, pero no pudieron llegar demasiado lejos a pesar de su gran esfuerzo debido a una cacería implacable por parte de los soldados y sabuesos de Ramsay Bolton. La aparición de Brianne los salvó de la ira del heredero del Norte- dispuesto a hacer lo que sea para vengar la muerte de Myranda-, tomando esta vez Sansa la protección de su salvadora, algo que nunca debería haber rechazado en primera instancia más allá de que - al contrario del espectador, en un clásico recurso hitchcokiano- no sabía nada de la maldad que habitaba y crecía dentro de su futuro esposo.
Mientras Sansa imagina como vengarse de todos los que la despojaron de su familia y de la vida con la que tanto soñaba, su hermana más pequeña - con la que estuvo cerca de coincidir en el Nido del Águila unos días después del asesinato de su delirante tía Lysa Tully- se encuentra en Braavos sufriendo por haber asesinado a Meryn Trant sin el permiso de su nuevo Dios.
Cabe recordar que al final de la quinta temporada, Arya había perdido la vista tras matar a Meryn Trant, principal nombre en su lista negra, mientras este buscaba menores de edad para golpear y luego tener sexo en uno de los tantos prostíbulos de Braavos. Este error terminó por quitarle la vista a la mujer más pequeña de la familia Stark, que ahora comenzará un nuevo entrenamiento pues el Dios de las Muchas Caras le ha dado una nueva oportunidad a pesar de su desobediencia.
El sufrimiento es absoluto para la joven Stark, pero será recibida nuevamente en el templo y también guiada sin piedad alguna por su mentor Jaquen H'gar, quien sabe que ella es una pieza vital pero que necesita pasar por la oscuridad para alcanzar el gran objetivo. Su primera pelea a ciegas es lastimosa, recibiendo una gran golpiza de parte de The Waif, pero comenzando a ganar algo de motivación cuando creía que pasaría el resto de su vida posando como una mendiga en las calles para recolectar secretos.
Y para el final, el habitual golpe al mentón que siempre deja a todos preguntándose que es lo que había sucedido. En la secuencia que dio por finalizado el primer capítulo, una decepcionada y triste Lady Melisandre se encuentra en su habitación a punto de irse a dormir luego de otro día frustrante en el muro. Al sacarse el collar metálico que llevó puesto en casi todas las escenas desde su aparición, se revela que en realidad la imagen que teníamos de ella no era la correcta: como un gran homenaje a El Retrato de Dorian Gray, vemos como Melisandre no es más que una persona muy vieja, casi al punto de parecer un verdadero monstruo. Antes de seguir adelante, hay que aclarar que era de público conocimiento el hecho de que la Bruja Roja no tenía una edad convencional y que había vivido mucho más que el hombre promedio.
Una vez dicho esto, adentrémonos en las teorías conspirativas comenzaron a recorrer la Internet, haciendo hincapié la mayoría de éstas en la escena que comparten Melisandre y Selyse Florent, la atormentada esposa de Stannis Baratheon, donde ella se baña y no tiene puesto el ya famoso collar mágico. Lo cierto es que son las mismas líneas de su personaje en ese momento las que explican el por qué de la ausencia del elemento rodeando su cuello y el hecho de que nosotros tras la pantalla sólo la veamos con su apariencia habitual.
Bajo la atenta y extraña, casi perturbada, mirada de quien es una devota absoluta, Melisandre le cuenta que con quienes no están convertidos por completo ella está obligada a utilizar espejos y humo para engañarlos. Agrega que en el caso de ella, no se encuentra obligada a hacerlo porque la sabe entregada al Señor de la Luz, algo que visto en perspectiva parece aclarar todas las cuestiones suscitadas. Muchos hablarán de un error de continuidad - algo que también es posible- pero hay que tener en cuenta que el recurso de engañar el ojo del espectador no es novedoso, ya que en el momento en el que ingresa en la bañera, es imposible que nosotros podamos ver lo que Selyse - que baja muchas veces los ojos, como atraída y repelida al mismo tiempo- está visualizando a menos que la cámara sea completamente subjetiva.
Con el segundo episodio a horas de estrenarse, está claro que tras esta breve introducción el camino recién comienza para cada uno de los personajes mencionados. Luego de cinco temporadas en las que se mantuvieron luchando en un mismo lugar, el sexto capítulo de Game Of Thrones los encuentra dispersos por el mundo y lejos de ser lo que eran cuando la serie daba sus primeros pasos. El largo y espinoso camino del hombre, del ser humano, es lo que les espera a todos ellos, quedando la lucha por el Trono de Hierro muy desdibujada y atrapada dentro de lo que es el gran conflicto.
Y no se confundan al respecto, pues los muertos están viniendo.
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lunes, 25 de abril de 2016
The Forest
No hay nada más interesante que los mitos y el que rodea al famoso "Bosque Suicida" de Japón es más que cautivante para los interesados en estas cuestiones. El lugar se llama Akiogahara, se encuentra al pie del Monte Fuji en el país asiático y tiene la fama bien ganada de ser uno de los mejores lugares para quitarse la vida.
Hay varios documentales al respecto, siendo el más interesante uno de la muy buena cadena de noticias alternativa Vice, en donde de la mano de un experimentado guía, dos reporteros se adentran en lo que desde la apariencia es un hermoso lugar, naturaleza en estado puro, pero que es también un sitio de reflexión y de muerte.
Hubiese sido extraño que ningún estudio o director tomase la idea y la convirtiese en un largometraje, algo que justamente hizo Jason Zada. Con Natalie Dormer como cabeza de cartel, el filme era sin dudas interesante y parecía respetar bastante los elementos clásicos del cine de terror japonés. El resultado sin dudas que es disparejo, con algunos baches notorios, pero The Forest logra llegar a la meta sin que le falte nada ni le sobre demasiado.
Jess (Natalie Dormer) tiene un mal sueño, que consiste en ver a su hermana gemela corriendo en un bosque oscuro en Japón, pidiendo ayuda a los gritos mientras trata de huir lo más rápido posible de algo o alguien que la persigue. De inmediato, Jess toma la decisión de ir a buscar a su hermana, pues siente que ella de alguna manera le está pidiendo que vaya a rescatarla.
Entre varios flashbacks y flashforwards, nos enteramos que la hermana de Jess está desaparecida hace varios días y que ingresó al "Bosque Suicida", algo que suele alertar a las autoridades que esperan muy poco tiempo para dar a la persona por muerta. Los sueños acerca de la infancia se hacen más recurrentes en Japón, todo al mismo tiempo en que Jess investiga que es lo que sucede en ese bosque.
Una visita a la escuela donde ella trabajaba como maestra del primario la termina por convencer de adentrarse en el bosque. Es advertida por la directora acerca de la leyenda que rodea el lugar, pero no duda en comenzar por ver si su cuerpo no se encuentra entre los varios que son extraídos del lugar a cada semana.
En el lugar, una misteriosa persona le pide que no se adentre en el bosque porque al estar muy triste por dentro, el lugar la va a utilizar para atraparla y jamás dejarla salir. En el hotel conoce a un periodista llamado Aidan (Taylor Kinney) que le explica que irá con un guía a recorrer el lugar y que - a cambio de la posibilidad de escribir acerca de su caso específico- puede ir con ellos.
Luego de cruzarse con algunos cadáveres, muchos caminos marcados al estilo de Ariadna en el laberinto del minotauro y una carpa con una persona indecisa respecto de su futuro próximo, dan con la carpa y las cosas de Sara (también es Natalie Dormer, algo bastante lógico y digamos que menos caro). Jess elige quedarse a dormir allí a la espera de que Sara regrese y Aidan se queda con ella para que no corra peligro.
Comenzará el momento de las reflexiones, de las charlas acerca del pasado, de las diferencias entre ella y su hermana respecto de algunos hechos que marcaron sus vidas. Un camino que se convertirá en una pesadilla impulsada por esos mitos que son mucho más reales y espeluznantes de lo imaginado.
La trama de The Forest es interesante, no tanto por lo que sucede en el filme - salvo en algunos momentos con sustos repentinos-, sino por la leyenda y los hechos que rodean al Bosque de Akiogahara. El cuadro general muestra varios clichés del género, sin lograr emular el éxito y la calidad de otros proyectos de terror japonés que logran ponerle a uno los pelos de punta. Se puede decir que en comparación con otros intentos recientes, este es el mejor de todos, algo que no es un elogio demasiado importante pero que le permite a The Forest superar el piso mínimo.
El espectador quedará sumergido de a ratos en la atmósfera tensa y oscura, llena de soledad y desesperación, que la historia plantea, pero lamentablemente tardará bastante poco en salir de ella. El guión es un poco engañoso, con un buen giro final que resuelve el conflicto basal pero que deja una sorpresa mucho más grande para los minutos previos a los créditos.
PUNTAJE: 6/10
Hay varios documentales al respecto, siendo el más interesante uno de la muy buena cadena de noticias alternativa Vice, en donde de la mano de un experimentado guía, dos reporteros se adentran en lo que desde la apariencia es un hermoso lugar, naturaleza en estado puro, pero que es también un sitio de reflexión y de muerte.
Hubiese sido extraño que ningún estudio o director tomase la idea y la convirtiese en un largometraje, algo que justamente hizo Jason Zada. Con Natalie Dormer como cabeza de cartel, el filme era sin dudas interesante y parecía respetar bastante los elementos clásicos del cine de terror japonés. El resultado sin dudas que es disparejo, con algunos baches notorios, pero The Forest logra llegar a la meta sin que le falte nada ni le sobre demasiado.
Jess (Natalie Dormer) tiene un mal sueño, que consiste en ver a su hermana gemela corriendo en un bosque oscuro en Japón, pidiendo ayuda a los gritos mientras trata de huir lo más rápido posible de algo o alguien que la persigue. De inmediato, Jess toma la decisión de ir a buscar a su hermana, pues siente que ella de alguna manera le está pidiendo que vaya a rescatarla.
Entre varios flashbacks y flashforwards, nos enteramos que la hermana de Jess está desaparecida hace varios días y que ingresó al "Bosque Suicida", algo que suele alertar a las autoridades que esperan muy poco tiempo para dar a la persona por muerta. Los sueños acerca de la infancia se hacen más recurrentes en Japón, todo al mismo tiempo en que Jess investiga que es lo que sucede en ese bosque.
Una visita a la escuela donde ella trabajaba como maestra del primario la termina por convencer de adentrarse en el bosque. Es advertida por la directora acerca de la leyenda que rodea el lugar, pero no duda en comenzar por ver si su cuerpo no se encuentra entre los varios que son extraídos del lugar a cada semana.
En el lugar, una misteriosa persona le pide que no se adentre en el bosque porque al estar muy triste por dentro, el lugar la va a utilizar para atraparla y jamás dejarla salir. En el hotel conoce a un periodista llamado Aidan (Taylor Kinney) que le explica que irá con un guía a recorrer el lugar y que - a cambio de la posibilidad de escribir acerca de su caso específico- puede ir con ellos.
Luego de cruzarse con algunos cadáveres, muchos caminos marcados al estilo de Ariadna en el laberinto del minotauro y una carpa con una persona indecisa respecto de su futuro próximo, dan con la carpa y las cosas de Sara (también es Natalie Dormer, algo bastante lógico y digamos que menos caro). Jess elige quedarse a dormir allí a la espera de que Sara regrese y Aidan se queda con ella para que no corra peligro.
Comenzará el momento de las reflexiones, de las charlas acerca del pasado, de las diferencias entre ella y su hermana respecto de algunos hechos que marcaron sus vidas. Un camino que se convertirá en una pesadilla impulsada por esos mitos que son mucho más reales y espeluznantes de lo imaginado.
La trama de The Forest es interesante, no tanto por lo que sucede en el filme - salvo en algunos momentos con sustos repentinos-, sino por la leyenda y los hechos que rodean al Bosque de Akiogahara. El cuadro general muestra varios clichés del género, sin lograr emular el éxito y la calidad de otros proyectos de terror japonés que logran ponerle a uno los pelos de punta. Se puede decir que en comparación con otros intentos recientes, este es el mejor de todos, algo que no es un elogio demasiado importante pero que le permite a The Forest superar el piso mínimo.
El espectador quedará sumergido de a ratos en la atmósfera tensa y oscura, llena de soledad y desesperación, que la historia plantea, pero lamentablemente tardará bastante poco en salir de ella. El guión es un poco engañoso, con un buen giro final que resuelve el conflicto basal pero que deja una sorpresa mucho más grande para los minutos previos a los créditos.
PUNTAJE: 6/10
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domingo, 24 de abril de 2016
Spectre
Es cierto que Spectre la nueva película de la eterna saga de James Bond, no fue muy bien recibida ni por el público ni por la crítica. Hubieron voces que se alzaron para defenderla, pero quedaron enterradas debajo del ruido que genera un fracaso de taquilla. Con un presupuesto de caso 300 millones de dólares, en su primer fin de semana en los Estados Unidos recaudó apenas 70 millones y ha redondeado un total de 200 millones desde el día de su estreno hasta su salida de las carteleras. La que fue presentada como la última intervención de Daniel Craig en la piel del mítico personaje de Ian Fleming, decepcionó - según los comentarios negativos- debido a su liviandad y a su cantidad de vueltas de tuerca psicológicas.
Negando absolutamente lo primero y poniendo en relieve, destacando como una virtud, lo segundo, desde Super 8 nos proponemos plantarnos del lado de Spectre ya que - aún con pasos en falso, de esos de los que nadie escapa- no deja de ser un clásico filme de James Bond bastante alejado de lo que venimos recibiendo hace años y mucho más cercano a aquellos de la edad de oro (Sean Connery) que todos los aficionados adoran y recuerdan con nostalgia.
El filme inicia con una muy buena secuencia en México, donde James Bond (Daniel Craig) actúa fuera del radar para encontrar un importante objetivo. Recordemos que en la parte anterior, el espía británico tuvo que ver como M moría en manos del villano de turno, teniendo la obligación de cumplir con el deseo final de quien fue su, sí vamos a decirlo, gran mentora. El asesinato sucede e incluye una gran cantidad de edificios demolidos y en llamas, con una pelea arriba de un helicóptero que genera un caos masivo.
Su regreso a casa lo encuentra con los cañones políticos y mediáticos apuntando hacia el MI6. El servicio secreto está en pleno proceso de fusión, en una crisis interna muy grande, que lleva al nuevo M (Ralph Fiennes) a tener las manos atadas. Luego del escándalo en México, Bond es suspendido provisoriamente, pero al mismo tiempo entiende que hay algo detrás del supuesto proceso de modernización - que implica cerrar el programa 00- bajo el lema "la máquina reemplaza al hombre".
Con el deseo de la difunta M en la cabeza, este agente ahora tan certero como humano - gran trabajo de los guionistas en esta saga-, se embarcará en una misión muy peligrosa que tiene como principal objetivo el desmantelar una organización secreta de gran poder político y de fuego que viene realizando ataques a gran escala en todo el mundo.
A medida que cava más y más profundo, James se encuentra con una de las peores sombras de su pasado, una que no ha dejado de atormentarlo jamás y que ahora se materializa de una vez por todas. Con muchas dudas acerca de la naturaleza de su profesión y los recuerdos más dolorosos de su pasado reciente, nuestro agente secreto favorito se dispone a salvar el mundo una vez más. La gran pregunta que surge es ¿Será ésta la última vez que lo haga o habrá oportunidad de verlo nuevamente en acción?
Las escenas de acción de Spectre se encuentran muy bien filmadas. Esto no es ninguna casualidad, algo habitual en la saga actual que tiene a Daniel Craig como protagonista principal. El sello de su James Bond está impreso en cada una de ellas sin lugar a dudas, es decir: un poco de la fantasía de siempre - nunca olvidar cuando Bond una vez se sacó un traje de buzo y abajo tenía un smoking- combinada con una muy bienvenida dosis de realismo, que implica que el Agente 007 puede ser lastimado y hasta morir como cualquier buen mortal.
El exceso de peleas cuerpo a cuerpo con Craig en el centro de ellas siempre se agradece y también la muy buena intervención de la talentosa Lea Seydoux dentro de una espiral de violencia que se ve aplacada por su presencia, que le da a Spectre ese toque de la vieja escuela que tanto le pedían los fanáticos de antaño a este nuevo James Bond.
Como espectadores estamos ante un festival de sangre, fuego e intensidad muy bien repartidas a lo largo de toda la película. No faltan los autos de lujo, nuevos y más vintage, ni los gadgets habituales aunque esta vez con un rol un poco más marginal. En lo que se refiere al vestuario, hay que decir que es impecable tanto en la ciudad como en el desierto y la nieve, elegancia al extremo como era de esperar.
Se habló bastante también acerca del aspecto psicológico del filme, pero lo cierto es que si bien el foco está puesto allí, tampoco va más allá de la simple reflexión acerca de las mujeres de su vida, de como las ha afectado o perdido solamente por la tarea que cumple día a día. Lógicamente, estas reflexiones llevan a que Bond tenga dudas acerca de su propio ser y de su accionar, dejando una puerta muy abierta para un retiro que es bastante improbable.
Spectre tiene un final explosivo, muy frenético, a pura velocidad de la mano de una persecución por Londres que deriva en una conclusión más bien reveladora acerca de James Bond. La escena que da por terminada la faena es la que no ha conformado a los grandes fanáticos de la saga, lo cual puede dejar a muchos preguntándose ¿Qué es lo que ellos consideran que debe ser una película clásica de 007? Puede que hayan olvidado la cursilería extrema del Bond original, una que terminó con la llegada de Daniel Craig pero que ha sido revisitada brevemente con el objetivo - ya podemos decir que está cumplido, sin dudas- de relanzar una serie de filmes que ha tenido una cosecha dispareja en lo que refiere a taquilla.
PUNTAJE: 7.5/10
Negando absolutamente lo primero y poniendo en relieve, destacando como una virtud, lo segundo, desde Super 8 nos proponemos plantarnos del lado de Spectre ya que - aún con pasos en falso, de esos de los que nadie escapa- no deja de ser un clásico filme de James Bond bastante alejado de lo que venimos recibiendo hace años y mucho más cercano a aquellos de la edad de oro (Sean Connery) que todos los aficionados adoran y recuerdan con nostalgia.
El filme inicia con una muy buena secuencia en México, donde James Bond (Daniel Craig) actúa fuera del radar para encontrar un importante objetivo. Recordemos que en la parte anterior, el espía británico tuvo que ver como M moría en manos del villano de turno, teniendo la obligación de cumplir con el deseo final de quien fue su, sí vamos a decirlo, gran mentora. El asesinato sucede e incluye una gran cantidad de edificios demolidos y en llamas, con una pelea arriba de un helicóptero que genera un caos masivo.
Su regreso a casa lo encuentra con los cañones políticos y mediáticos apuntando hacia el MI6. El servicio secreto está en pleno proceso de fusión, en una crisis interna muy grande, que lleva al nuevo M (Ralph Fiennes) a tener las manos atadas. Luego del escándalo en México, Bond es suspendido provisoriamente, pero al mismo tiempo entiende que hay algo detrás del supuesto proceso de modernización - que implica cerrar el programa 00- bajo el lema "la máquina reemplaza al hombre".
Con el deseo de la difunta M en la cabeza, este agente ahora tan certero como humano - gran trabajo de los guionistas en esta saga-, se embarcará en una misión muy peligrosa que tiene como principal objetivo el desmantelar una organización secreta de gran poder político y de fuego que viene realizando ataques a gran escala en todo el mundo.
A medida que cava más y más profundo, James se encuentra con una de las peores sombras de su pasado, una que no ha dejado de atormentarlo jamás y que ahora se materializa de una vez por todas. Con muchas dudas acerca de la naturaleza de su profesión y los recuerdos más dolorosos de su pasado reciente, nuestro agente secreto favorito se dispone a salvar el mundo una vez más. La gran pregunta que surge es ¿Será ésta la última vez que lo haga o habrá oportunidad de verlo nuevamente en acción?
Las escenas de acción de Spectre se encuentran muy bien filmadas. Esto no es ninguna casualidad, algo habitual en la saga actual que tiene a Daniel Craig como protagonista principal. El sello de su James Bond está impreso en cada una de ellas sin lugar a dudas, es decir: un poco de la fantasía de siempre - nunca olvidar cuando Bond una vez se sacó un traje de buzo y abajo tenía un smoking- combinada con una muy bienvenida dosis de realismo, que implica que el Agente 007 puede ser lastimado y hasta morir como cualquier buen mortal.
El exceso de peleas cuerpo a cuerpo con Craig en el centro de ellas siempre se agradece y también la muy buena intervención de la talentosa Lea Seydoux dentro de una espiral de violencia que se ve aplacada por su presencia, que le da a Spectre ese toque de la vieja escuela que tanto le pedían los fanáticos de antaño a este nuevo James Bond.
Como espectadores estamos ante un festival de sangre, fuego e intensidad muy bien repartidas a lo largo de toda la película. No faltan los autos de lujo, nuevos y más vintage, ni los gadgets habituales aunque esta vez con un rol un poco más marginal. En lo que se refiere al vestuario, hay que decir que es impecable tanto en la ciudad como en el desierto y la nieve, elegancia al extremo como era de esperar.
Se habló bastante también acerca del aspecto psicológico del filme, pero lo cierto es que si bien el foco está puesto allí, tampoco va más allá de la simple reflexión acerca de las mujeres de su vida, de como las ha afectado o perdido solamente por la tarea que cumple día a día. Lógicamente, estas reflexiones llevan a que Bond tenga dudas acerca de su propio ser y de su accionar, dejando una puerta muy abierta para un retiro que es bastante improbable.
Spectre tiene un final explosivo, muy frenético, a pura velocidad de la mano de una persecución por Londres que deriva en una conclusión más bien reveladora acerca de James Bond. La escena que da por terminada la faena es la que no ha conformado a los grandes fanáticos de la saga, lo cual puede dejar a muchos preguntándose ¿Qué es lo que ellos consideran que debe ser una película clásica de 007? Puede que hayan olvidado la cursilería extrema del Bond original, una que terminó con la llegada de Daniel Craig pero que ha sido revisitada brevemente con el objetivo - ya podemos decir que está cumplido, sin dudas- de relanzar una serie de filmes que ha tenido una cosecha dispareja en lo que refiere a taquilla.
PUNTAJE: 7.5/10
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