sábado, 26 de julio de 2014

Oculus

Hace mucho tiempo que James Wan es el líder indiscutido del género del terror dentro de la industria cinematográfica. Desde su irrupción con la primera - y muy buena- parte de la hoy interminable y repetitiva saga Saw, ha redefinido el terror de una manera refrescante. Dejó de lado el susto fácil o barato - ya muy poco rentable- y se enfocó en armar historias atrapantes que fuese llevando al espectador de la intriga al horror absoluto a través de un excelente manejo de cámaras, un uso preciso de los silencios y de la explosión esporádica pero agresiva de la banda sonora. A todo esto se le tienen que sumar excelentes actuaciones y un bestial trabajo de edición. Y en cuanto a las ganancias totales, el modelo también resultó un éxito pues partiendo de presupuestos más bien modestos, todos sus filmes desde Dead Silence (2007) - una gema demasiado underrated- en adelante, han sido un éxito total que como mínimo duplicó el monto invertido en la realización. Muy pocos filmes han podido seguir estos lineamientos de manera efectiva y obtener buenos resultados artísticos y económicos. Hasta que llegó un director llamado Mike Flanagan con una adaptación de un viejo corto suyo del año 2006 que ganó varios premios en diversos festivales donde fue exhibido. En Oculus: Chapter 3- The Man With The Plan podemos ver a una persona en su intento de probar con la ayuda de cámaras y trampas varias que un espejo antiguo está embrujado. El traslado de un corto a la pantalla grande no es fácil, pero tampoco imposible como quedó en claro con la experiencia de Mama (2013) dirigida por Andrés Muschietti con la producción nada más y nada menos que de Guillermo Del Toro. Oculus se plantea como una versión más grande de aquel exitoso cortometraje y con muy buenas intenciones es sin dudas la película de terror del año hasta el momento. 


El filme comienza con Timothy Russell (Brenton Thwaites) siendo dado de alta de un instituto psiquiátrico. Su médico considera que ya está curado de todos los traumas de su infancia, estos generados por supuestamente haber asesinado a sus padres en un episodio muy confuso cuando apenas era un niño. A la salida lo espera su hermana Kaylie Russell (Karen Gillan) que estuvo con él esa noche y jura que lo que mató a su madre y padre fue un espíritu maligno que habita en un antiguo espejo. Le recuerda a su hermano la promesa que hicieron juntos la noche de la tragedia para tratar de convencerlo de lavar su nombre. Tras haber logrado localizar y comprar el espejo en una subasta, lo lleva a su vieja casa y dispone de un sistema de cámaras y trucos para engañarlo y poder registrar cada movimiento. Tras enumerar todos los casos de muertes misteriosas en las que el fantasma del espejo pudo estar involucrado, Kaylie se aboca a su tarea con la ayuda de Tim quien, a pesar de dudar acerca del estado mental de su hermana, la terminará ayudando.Convencida de que puede destruir a lo que arruinó sus vida para siempre, ella los introduce en un territorio muy oscuro del cual no está asegurado el retorno. 


El director y guionista maneja muy bien los tiempos del filme. Logra crear una atmósfera silenciosa y aterrorizante sin recurrir al susto repentino. Hasta se da el lujo de usar pocas veces la banda sonora como recurso, lo cual es muy elogiable. No abusa del CGI en la creación de sus criaturas infernales, es más es evidente que trabajó más que nada con maquillaje lo cual es una bocanada de aire fresco ante tanta pantalla verde. El terror es construido progresivamente y los misterios se van develando con la ayuda de precisos flashbacks que se acoplan con las acciones del presente en una continuidad perfecta. Todos aparecen en el momento justo para cerrar una puerta y abrir otra hasta llegar a la esperable resolución de la trama. Tal vez este sea su gran punto flojo: el tener una muy buena historia con una estructuración perfecta pero que desde el principio preanuncia demasiado el final.


En lo demás, Oculus es una película con mucho espíritu amateur y gran potencia en la realización. Las actuaciones son buenas (sin descollar, cumplen con lo necesario) y vale aclarar que no se trata de un elenco lleno de estrellas sino más bien de nombres poco conocidos en la industria (atentos fanáticos de One Tree Hill, si es que queda/hubo alguno por allí). Sigue el camino marcado a fuego por James Wan y consigue darle un poco más de vitalidad a un género que lamentablemente sigue estando en jaque por la enorme cantidad de productos mediocres llenos de monstruos y fantasmas pedorros merced de un pésimo CGI y de historias que terminan causando más risa que miedo por lo estereotipadas que son. Con solo tachar algunos casilleros de la lista básica, a Mike Flanagan le alcanza y sobra para convertirse en la nueva persona a seguir en el inestable universo de terror. 


Puntaje: 6.5/10    

viernes, 25 de julio de 2014

Maleficent

Maleficent fue una película que llegó acompañada de muchas críticas negativas por el simple hecho de que aun en el teaser más corto de todos los que salieron, era muy evidente que el protagonismo de Angelina Jolie  y su personaje estarían por encima de la historia misma. Era el regreso de esta gran actriz a la pantalla grande tras la fallida e insulsa The Tourist (2010) y creo que el haber elegido un filme que girase alrededor suyo fue algo valiente. Y más todavía si se considera que Maléfica es una de las grandes malvadas del vasto universo de los cuentos de hadas, más allá de que Disney se haya encargado de reducir su presencia al mínimo en la versión animada de La Bella Durmiente. Era interesante la idea de ver a Jolie probar que su talento y su espalda siguen vigentes en un casi unipersonal. No voy a entrar en el tema de la preponderancia de su personaje, pues el título mismo anuncia que es la historia de Maléfica y además cuando uno puede trabajar con una estrella por lo general le da todas las escenas posibles y coloca su nombre en el lugar más visible e importante del poster de promoción. El director con el que el estudio de Mickey Mouse eligió trabajar fue Robert Stromberg, que debutaba tras las cámaras y a quien se lo conoce más que nada por su trabajo en efectos visuales.


La trama es una combinación efectiva entre en cuento de los Hermanos Grimm de donde sale originalmente Maléfica y la película La Bella Durmiente de la que hablamos unas líneas más arriba. La historia de este complejo personaje nunca había tenido tratamiento cinematográfico y poco se conocía acerca de sus orígenes, así que el enfoque de por sí es novedoso y por ello interesante. La trama es la siguiente: Maléfica (Angelina Jolie) es una hada llena de bondad que vive en el bosque encantado junto a todos sus mágicos y divertidos habitantes. Posee dos grandes y poderosas alas que se probarán muy eficaces a medida que va creciendo pues le permiten llegar a ser la más poderosa del reino. Hasta su adultez, vive un romance con un muchacho llamado Stefan (Sharlto Copley) al que conoció cuando apenas era una niña. La promesa de amor es eterna pero a medida que el tiempo pasa, las visitas del joven comienzan a ser más espaciadas. Una brutal invasión del Rey y su ejército la convierten en la protectora del bosque y con mucha inteligencia y fiereza logra rechazar todos los embates del enemigo. Tras el fracaso de las tropas, Stefan le promete a su agonizante Rey que va a derrotar a Maléfica. La ambición por ocupar el trono vence al amor y esta traición, consumada en un hecho muy doloroso y humillante, es la que convierte a la otrora buena hada en un ser oscuro y lleno de odio. Lo que sigue es la parte que todos conocemos: la maldición sobre Aurora (Elle Fanning), el bosque, las torpes hadas que la cuidan, Maléfica cuidando en las sombras a la niña con la que se irá encariñando, la máquina de tejer, etc. pero todo en clave Hermanos Grimm y - por qué no decirlo, si en sí es la esencia del filme- una pizca de la vida personal de Angelina Jolie y su opinión acerca de la adopción.


La dirección es realmente buena y dinámica. El CGI es perfecto y el mundo creado es similar a las maravillas de Tim Burton pero sin su toque gótico y - solo en estos últimos tiempos- más bien pedante. El guión creo que es muy acertado porque toma la historia de Maléfica desde otro punto de vista y no se desvía demasiado para introducir el mensaje acerca del amor de las madres como el que es único y verdadero. Si bien esto puede ser cuestionable, funciona como motor del viaje que emprenden - primero separadas la una de la otra y luego juntas - las dos grandes protagonistas de la cinta.


Las actuaciones son muy buenas, siendo una la principal y la que lleva las riendas. Angelina Jolie pisa fuerte nuevamente en la industria cinematográfica no solo por las ventas - un récord absoluto con más de 230.000.000 de entradas vendidas hasta el momento- sino porque se carga al hombro con mucha solidez la película. Su caracterización es perfecta y uno se encuentra frente a la verdadera Maléfica merced de su gran trabajo vocal y corporal y del impresionante vestuario. Durante toda la película pasa de ser una joven enamorada y llena de ilusiones a una persona con el corazón de piedra, desilusionada por completo con la vida. Su relación con Aurora la va aflojando y desde allí en más oscila entre la ternura y el humor negro logrando entretener al espectador. Elle Fanning sigue demostrando que es una de las actrices del momento y que su futuro es muy grande. Su Aurora es inocente y bondadosa aunque también posee una faceta más bien triste debido a que siente que su familia la ha abandonado. Otro personaje que estuvo escrito prácticamente a medida de quien lo interpreta aquí. Sharlto Copley me tiene fascinado desde que irrumpió con Sector 9. Su rol como Stefan no es tan importante en cuanto a presencia pero sí para el resultado final. Su sombra está presente en todo momento y no decepciona cuando debe ser romántico y soñador ni cuando se transforma en la crueldad, la locura y la codicia hechas persona. Pero el que se lleva todas las risas y los aplausos es Sam Riley, otro fenomenal intérprete, que personifica a Diaval el cuervo/sirviente de Maléfica. Sus escenas con Jolie son muy divertidas, resultado de una evidente buena química entre los dos actores. Las tres hadas madrinas de Aurora (Juno Temple, Lesley Manville e Imelda Staunton, tres pesos pesados de distintas generaciones que dan la talla sin problemas) le dan el toque de color justo a Maleficent con intervenciones hilarantes.


Maleficent es un muy buen filme que es llevado adelante por una gran Angelina Jolie que demuestra estar en forma tras un largo período sin protagonizar ninguna película. El vestuario y los efectos especiales son maravillosos y todos los actores y actrices se dejan llevar por la protagonista que no tiene problemas en ponerse el mundo sobre sus hombros. La trama es más bien oscura pero con buenas dosis de humor y de romanticismo que no la llevan a ser deprimente y repetitiva. Esta vez Disney eligió muy bien a la hora de la adaptación y se quedó mayormente con la historia de los Hermanos Grimm. Punto a favor para ellos y se agrega otro por haber logrado tocar el tema de las madres adoptivas sin arruinar la historia. Ah sí, me olvidaba: claro que todo gira alrededor de su actriz principal y eso no es para nada malo. Alcanza con mirar la película para darse cuenta del error en el que muchos críticos incurrieron, basándose en prejuicios más bien machistas.


Puntaje: 8.5/10